El otro día en una cena me hicieron una pregunta que me divirtió.
¿A qué cinco personajes querrías tener en terapia?
- Marilyn Monroe
- Michael Jackson
- Carl Jung
- Groucho Marx
- Bill Gates
(Por ejemplo)
Y pensaba en el honor que tengo de ser terapeuta.
Que venga alguien, confíe en mí, y se quite la máscara.
Que me cuente sus miedos, motivaciones y rincones oscuros y recuerde que no son suyos, sino Universales.
Que confiese sus pecados y se dé cuenta de que no lo son.
Que se relaje y se mire en un espejo de aceptación incondicional.
Por supuesto, esto no sucede desde el primer momento.
Algunos no confían en mí, porque no confían en ellos.
Siguen proyectando las exigencias que vivieron algún día y que tomaron como ley.
Esto es lo que vamos haciendo en nuestras relaciones.
Ir resolviendo problemas de relación en una relación.
El terapeuta, el vecino, el jefe, la amiga, el panadero, el novio, la novia… todos ellos son entrenadores, maestros, guías (aunque no los quieras en tu evolución).
Sólo hay que sintonizar con los aprendizajes que se ofrecen al que quiere aprender.
Te animo, como siempre, a que te abras a percibir algo nuevo.
Un abrazo y gracias,
– Rocío
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