¿Atracón de evitación?

Comparo a menudo la recuperación de la ansiedad con las dietas.

Para que funcionen de verdad hay que hacer cambios sostenibles y duraderos.

Y con alegría.

Comer acelgas con cara de acelga es deprimente.

Marcos me «confesaba» que había evitado ir a un reunión de trabajo, cuando sabía que estaba siendo aconsejado por la ansiedad. Se sentía derrotado.

«¡No pasa nada!», le dije sonriendo, «no la cabrees demasiado».

Con la ansiedad, una de cal y una de arena.

Estamos convenciéndola, poco a poco, de que puede marcharse.

Habrá momentos en que se resista y dé una coz.

En este caso, Marcos llevaba toda la semana proponiéndose y superando retos y el jueves ya no podía más.

Detectamos que a pesar de estar avanzando mucho, tenía la sensación de estar luchando.

El jueves «se rindió».

Como quien se rinde y se da un atracón de pasteles, tras haber estado días a sopa y pollo plancha.

Esa no es la actitud.

Porque, primero, lo haces desde la tensión (que alimenta la ansiedad) y acabas doblegando (como si fuera una dura batalla interna).

Tampoco sirve de mucho estar un mes sin comer hidratos y luego ponerte ciego de croquetas y empanadas nada más terminar. Recuperas el peso perdido y posiblemente sumes dos.

Con los hábitos físico-mentales igual.

En ambos retos hay un animal dentro que no quiere ser domado.

En un caso está hambriento.

En el otro, muerto de miedo.

Y hay que darle, de vez en cuando lo que quiere.

Un poco de chocolate…

Un poco de evitación…

Negociando, bailando, jugando, pactando.

Porque si no, se rebela y se niega a seguir.

Si quieres conocer cómo tratar tu mente para que juegue a tu favor, te cuento todos sus secretos en mis sistemas, haciendo clic aquí

Abrazos,

– Rocío

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

    100% Privado. Cero Spam.
    Sólo nuestro mejor conocimiento.
    © ∞ • Creado a mano por los hermanos Lacasa y su equipo de Navegantes N.E.O.
    CALMA – CLARIDAD – CONFIANZA