Cenicienta se suelta la melena para evitar el Orfidal

Tu identidad es un concepto que marca la rapidez de tu progreso. 

Cuando has vivido un episodio fuerte de ansiedad, toca replantearse ciertas cosas.

Y no es que quieras hacerlo, es que la vida te fuerza a hacerlo.

Cenicienta era una damisela inocente que se dejaba torear por sus hermanas y se sonrojaba ante la mirada de su príncipe.

¿Qué pasaría una vez casada? ¿Seguirían las hermanastras haciéndole la vida imposible? 

Si hoy estuviera aquí, Cenicienta no sería la misma.

Puede que mantuviera su esencia, sí, pero habría espabilado bastante.

Cada cierto tiempo toca revisar si nuestros hábitos y patrones nos están funcionando y resetearnos.

Generar nuevas identidades. 

De damisela naive y apocada a reina astuta y segura.

Nada es mejor o peor.

Funciona o no funciona.

Si leíste mi mail de anteayer te hablaba de la «luchadora incansable».

Qué papelón.

Nuria tiene esa identidad y, a pesar de estar dándose cuenta de que tanta lucha enferma a cualquiera, se resiste a dejar de definirse así. 

Cuando la ansiedad aprieta, la identidad se tambalea.

Y eso genera mucha inseguridad.

Es como si hubiera un «Antes de la Ansiedad» – «Después de la Ansiedad»

AA – DA

Si AA te considerabas fuerte, no quieres bajo ningún concepto que la ansiedad signifique debilidad.

Eso rompería tu identidad.

Si AA te considerabas estable, no quieres bajo ningún concepto que la ansiedad signifique ser inestable.

Eso rompería tu identidad.

Si AA te considerabas independiente, no quieres bajo ningún concepto que la ansiedad signifique ser dependiente.

Eso rompería tu identidad.

Pues vale, que no signifique esas cosas para ti.

En lugar de pensar que la ansiedad te hace débil, piensa que apareció porque has sido demasiado fuerte.

En lugar de pensar que eres inestable, piensa que la ansiedad significa que estás empezando a conectar más con tu esencia.

En lugar de pensar que eres dependiente, piensa que estás aprendiendo a ser libre.

Es decir, cuéntate lo que te interese.  

Pero ábrete a nuevos conceptos sobre ti. Y hazlos atractivos.

En mis sistemas te explico qué es la ansiedad desde múltiples perspectivas, y tú te coges la que más te guste.

No es lo mismo contarte que estás en proceso de recuperación, tomándote un tiempo para ti, para empezar a pensar más en tus necesidades y conectar con tu niño interior, que contarte que estás perdiendo el tiempo, gastando dinero, escondiendo un secreto avergonzante y evitando volverte loco y ser un enfermo mental.

Una y otra historia cambian por completo el desenlace de la película.

Hay tantas historias potenciadoras de éxito que te puedes contar….

Es súper importante definir el contexto de tu recuperación, no sólo aprender técnicas que sueltas sirven de bien poco.

Por eso yo contemplo tu tratamiento como un SISTEMA, en el que tu identidad es una de las piezas que interactúan con las demás.
  
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Un saludo,

Rocío Lacasa


Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

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