¿Qué es un enfermo mental?
Una persona que representa la realidad de forma muy poco útil.
Cuanto menos útil, más enfermo.
Un arquitecto, al visionar su proyecto, tiene las mismas alucinaciones que una persona con esquizofrenia.
Uno gana dinero con ello, el otro no.
Todos alucinamos. Constantemente.
Añadiendo elementos que no hay.
Adivinando el pensamiento de otros, etiquetándonos como lo que no somos, creyendo que no podemos hacer algo que sí podemos…
¿Somos todos enfermos mentales?
No, pero sí que solemos usar la realidad de forma poco útil.
Entrando y saliendo del trance.
Lo que nos mantiene sanos es percibir esas alucinaciones como lo que son. Simples escenas mentales que no son reales. Porque no están sucediendo AHORA.
Y si llegan a serlo, podremos experimentarlas, en su momento, cuando vuelva a ser ahora.
Una persona deprimida alucina sobre el pasado, echándose culpa de lo que no es suyo.
Una persona ansiosa alucina sobre el futuro, inventando futuros, más o menos probables, pero sin duda inventados.
Muchas veces, cuando alguien dice “sí, sí, ya sé que sólo lo estoy pensando, sé que no está pasando eso que temo”, efectivamente lo sabe.
Pero no comprende, y por lo tanto, no se termina de calmar.
Para estar en calma, no sólo hay que leer, hay que experimentar ciertas comprensiones relacionadas con el pensar.
En nuestros sistemas se trata de eso.
Recomendamos no tomar apuntes, porque sabemos lo que pasa.
Intelectualizar no genera cambio.
Lo que nos interesa es que la persona tenga una percepción clara de presencia. Uno comienza a sentirse fuerte.
No se trata de no vivir experiencias retadoras, sino de vivirlas cuando llegue el momento, confiando en que podrá con ello. Sin adelantar de nuevo otras futuras situaciones.
Si te ponen delante un tanque de agua con lo que beberás ese mes, te sentirás angustiado e incapaz de hacerlo.
Si vas trago por trago, asimilando lo que estás bebiendo, momento a momento, irá fluyendo.
Un abrazo,
– Rocío
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