Hoy me escribe un cliente, estudiante de medicina, con una buena pregunta.
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“Hay muchas meditaciones guiadas en YouTube pero ninguna me da confianza.
Esto sumado a las técnicas de audio de tu sistema me podrían venir mejor.
Es verdad que estoy consiguiendo filtrar los pensamientos que antes me hacían mal, pero las manifestaciones físicas de la ansiedad no tienen por qué estar precedidas de un pensamiento, y esto último aún lo llevo muy mal.
Siempre aturdido, con dolor de cabeza, irritable y con dificultad hasta para entablar una conversación.”
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Dice «las manifestaciones físicas de la ansiedad no tienen por qué estar precedidas de un pensamientos».
Cierto.
Entonces, lógicamente se pregunta ¿qué hago en esos casos?
Puede que hayas leído muchas veces que un síntoma físico siempre está causado por el pensamiento. Por un pensamiento negativo. Es una de las bases de la Psicología Cognitiva, por ejemplo.
Pero no creo que esa siempre sea tu experiencia.
Te levantas una mañana y te sientes con inquietud, con una especie de mareo y debilidad.
Ok, síntomas físicos puros, sin un «pensamiento madre» que los haya traído al mundo.
(Más tarde, te darás cuenta de que es una tensión acumulada de días, porque no estás cumpliendo los cliclos de Renovación y Recuperación).
Pero bueno, a lo que voy: no es que hayas pensado nada en ese momento para sentirte así.
Te has despertado así y punto.
No es Pensamiento —> Síntoma Físico
En ese caso lo importante es el «POST».
Lo importante es qué pensamientos vienen después.
Porque la reacción al síntoma es lo que, casi siempre, lo aumenta o cronifica.
La reacción puede ser un pensamiento, y tras ese pensamiento, una conducta.
Por ejemplo:
Me siento mareado —> pienso «Dios, otra vez, esto debe ser algo grave, otro día de mierda» —> decido no ir a natación antes del trabajo, para tomarme un café doble en su lugar.
Hello ansiedad.
Disculpa mi lenguaje, quiero ser literal y solemos hablarnos sin mucha educación.
Por lo tanto, no es que las sensaciones siempre estén causadas por pensamientos, pero los pensamientos sí están siempre en la ecuación final.
Otra cliente venía hoy por primera vez a mi consulta.
Le costaba explicarme lo que estaba viviendo.
«No sé, estoy mal».
Mi hipótesis es que está demasiado dentro para poder ver. Hay veces que cuanto más cerca, menos ves.
Necesita distanciarse para mapear el cableado que la ansiedad ha instalado, y ahí es cuando comenzará a abrirse un camino de claridad mental.
Si quieres que te ayude a desenredar para poner orden y equilibrio, hazme una visita en https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Feliz de poder hacerlo.
Un abrazo,
– Rocío.