Quiero mojarme.
Algunos me aconsejan que vaya con cuidado, pero creo que te lo debo.
Y te digo: sí a los psicofármacos, no a la Industria Farmaceútica.
El otro día una paciente se sorprendió cuando la animé a seguir con su medicación.
“¡Pero si tú estás en contra!”, me dijo sorprendida.
Vuelvo a aclarar mi postura.
Un psicofármaco en si no es malo.
Que hoy haya personas con psicosis en la calle haciendo vida normal es gracias a los psicofármacos, en concreto a los antipsicóticos. Fue el inicio del fin de los manicomios.
Lo malo es que cada vez más niños los tomen.
Los psicofármacos no matan, igual que los cuchillos no matan. Depende de cómo y quién los usen, irán a nuestro favor o contra.
No vengo a hablarte de tu psiquiatra. Seguramente es un profesional serio con buenas intenciones. Trabajo mano a mano con varios y sé que su principal interés es el bienestar de los pacientes.
Hablo de los psiquiatras-empresarios en la cumbre del poder.
Los que mueven el cotarro.
Peter Gøtzsche, médico e investigador, les ha apodado los “Espaldas Plateadas”, en honor a los gorilas machos de espalda plateada en la selva, expertos en alejar a otros machos para proteger su dominio.
Fomentan la prescripción masiva de medicamentos y las creencias erróneas sobre la salud y la enfermedad.
Cuantos más enfermos haya diagnosticados, más dinero y permanencia.
Para los «Espaldas Plateadas» es muy interesante que la ansiedad sea una enfermedad.
Una enfermedad crónica, biológica y genética.
“Tienes un desequilibrio químico en tu cerebro, y esta pastilla va a solucionarlo”.
¿Quién se resiste a esa explicación?
También está el otro extremo.
“Por encima de mi cadáver receto o aconsejo psicofármacos a mis pacientes”.
Bueno, cuidado.
¿Tomás café, chocolate, azúcar? ¿Fumas, bebes?
Todo eso contiene moléculas químicas que actúan sobre tu cerebro y tu sistema nervioso.
No demonicemos al fármaco.
Lo más importante es el CÓMO. Tiempo, dosis, y lugar que ocupan en tu proceso de recuperación.
Si tienes una infección tomas antibiótico durante unos días. A nadie se le ocurre seguir tomándolo meses.
No dejes que nadie te diga que estás enfermo o roto. Desarrolla tu ojo crítico y encuentra la mejor alternativa para tu tratamiento.
Puede que lo mejor para ti sea tomar medicación, pero siempre siguiendo unos criterios y siempre siempre complementándola con tu psicología, tu nutrición y tus hábitos de relajación, ejercicio y descanso.
En mis sistemas tienes todas las piezas, te cuento en https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Mantén los ojos bien abiertos, porque los Espaldas Plateadas son fáciles de reconocer.
Busca profesionales humanos y que contemplen una visión realista e integral para la cura de la ansiedad.
Si tienes cualquier duda o comentario, aquí me tienes.
Un abrazo,
– Rocío Lacasa.
PD: No te pierdas mis videos en YouTube! Mañana entrevista con la magnífica Ana María LaJusticia, contándonos los mejores suplementos para la ansiedad.