Esta mañana César, un cliente, me recordaba una frase que he escuchado muchas veces.
«Es que ya no sé qué haría sin ansiedad».
Años identificándose con la ansiedad.
Identificándose con el César con ansiedad.
Y una vez te identificas con la ansiedad, crees que no puedes hacer ciertas cosas.
Pero lo crees de verdad, como si no fueras capaz.
Como si no fuera a suceder jamás.
Alguien muy convencido de que no puede andar, te aseguro que no anda.
Las piernas no responden.
La mente es capaz de paralizar el cuerpo como si estuviera en OFF.
Como si una fuerza superior no dejara traspasar ciertos límites (ya sea subir a un avión, salir a carretera o hablar en público.
Por eso hay que hacer un trabajo de des-identificación.
Visionar un TÚ libre y realizando los objetivos que deseas y mereces.
Hazlo ahora.
Escoge un objetivo importante para ti, cierra los ojos y mírate haciéndolo.
Ese es el primer paso.
A veces para salir de la ansiedad, hay que conectar con todo lo que no te está dejando hacer. Con todo lo que has tenido que dejar ir o renunciar.
No para culparte o para deprimirte, no, sino para decirte «hasta aquí hemos llegado, voy a reaccionar».
«Voy a identificarme con mi YO poderoso, fuerte, consciente, vivo».
Vamos a empezar a contarnos otras películas, que te impulsen a la recuperación.
Un abrazo
– Rocío