Si no quieres saber el final de la película “Regresión”, no sigas leyendo.
La mente es muy poderosa y puede conseguir cosas increíbles.
Pero también hay que conocer sus inocentes trucos para evitar malentendidos.
De eso va la película “Regresión” (y los “trastornos” de ansiedad).
La trama se desarrolla en los 90 en Minnesota, y está basada en hechos reales. Las sectas satánicas causaron un fuerte impacto en los ciudadanos entonces (el miedo perdura aunque menos intenso).
Sacaban continuamente programas en TV, libros, noticias, testimonios, rumores… que contaban cómo eran las sectas, cómo adoraban al Diablo y cómo eran los sacrificios y ritos.
Se impuso la cultura del miedo.
Lo que me interesa contarte aquí es el papel de la mente en todo esto.
En esa época pasó algo curioso pero habitual: la histeria colectiva.
Este fenómeno nos demuestra cómo somos capaces de crear ilusiones mentales que vivimos como reales.
El protagonista es un policía obsesionado con resolver el caso. Cuando la otra protagonista (víctima de una secta satánica) le cuenta lo que vivió, y lo que pasará a él si sigue con la investigación, él se pone en alerta.
Empieza a sospechar de todo lo que le rodea. Cree que le siguen, que le observan, escucha ruidos extraños en casa, se siente raro…
Al final resulta que todo es fruto de la sugestión.
Nadie le seguía, ni estaba sucediendo lo que imaginaba.
Sí que percibía esas cosas, pero influenciado por su mente.
A lo que llevas tu atención, incrementa, y eso es lo que le estaba pasando. La histeria colectiva se extendió por todo el Estado.
El director nos quiere recordar que el miedo no está en lo de fuera, sino en nuestra mente.
Todo esto me hizo pensar en un tema en el que suelo insistir:
Los foros.
Hay foros en Internet que son un auténtico peligro. He podido leer cosas como que el pánico es crónico, que sólo se acaba con medicación y de por vida, incluso consejos sobre cómo buscar la cura buceando en vidas pasadas.
Pero ya no sólo hablo de casos puntuales y extremos. Cuando pones tu atención en la lista de síntomas y problemas que te cuentan otras personas con ansiedad, sólo te sirve para confirmar que hay más gente pasando por lo mismo. Eso ya lo sabes.
Muchas veces se produce el “efecto contagio”. Lees un síntoma que no tenías y empiezas a fijarte. Entonces, te empiezas a preguntar si tú también lo estás sintiendo o si será lo próximo que vendrá…
Hace poco una de mis amigas me contaba que su hija tenía piojos. Hasta ahí bien. Pero al día siguiente me contó que se los había pasado. ¡Y yo había estado cenando con ella!
Ahí es cuando me entró la “histeria”.
Me imaginaba a los bichos saltando de su pelo al mío. El picor fue instantáneo. Necesité rascarme varias veces.
En procesos de ansiedad, tu percepción está más enfocada en buscar amenazas, por lo que puede exagerar las sensaciones o interpretarlas como algo peligroso. No digo que si te pasan este tipo de cosas, no estés sintiendo lo que estás sintiendo, sino que quizás estés limitando tu atención y distorsionando su intensidad.
Por lo tanto, mi recomendación es que te abstengas de leer foros de ansiedad, o que si lo haces, tengas en cuenta que esto puede pasarte.
Consulta a personas de tu confianza y a profesionales.
Mi hermano también pasó por eso, y tampoco es amigo de los foros.
En nuestro método usamos otro tipo de apoyos y recursos, mucho más útiles y seguros.
Para aplicarlos, entra en:
Por cierto, ¿te ha picado la cabeza?