Un pensamiento ansioso es como una taquicardia mental.
Me explico.
Hay personas que se asustan muchísimo por pensar escenas horribles.
Escenas como poder hacer daño a alguien o a si mismos.
Entiendo que sientan terror, porque todavía no comprenden las leyes del pensar.
Al contármelo, me dicen cosas como que ellos jamás lo harían («¡si quiero a mi hijo más que a nada!») o que no están deprimidos («¿cómo voy a querer quitarme la vida si soy feliz?»).
Yo eso ya lo sé.
Pero ellos, en momentos de pánico, lo dudan.
Aparece de golpe un gusanillo interno, seguido de un macro-susto, que les hace sentir que están a punto de perder el control.
Nunca lo pierden.
Porque es sólo un síntoma de que están estresados.
Ni más ni menos.
Nada que ver con sus valores, deseos o impulsos profundos.
No hay donde escarvar.
Podrían pensar eso como podrían pensar «¿y si me da por hablar chino?» o «a ver si me va a dar por cardarme el pelo».
Significa lo mismo.
Nada.
Pero claro, el sistema de la ansiedad te presenta lo que más temes o rechazas. No se anda con tonterías.
Por eso, la estrategia no es entrar al contenido de la escena mental y darle vueltas y auto-convencerse de que no van a hacerlo.
Se parte de ahí, y simplemente se trata como un síntoma físico más: como un mareo, como una taquicardia, como una sensación de ahogo o un retortijón en el estómago.
Ese pensamiento, tan impactante si le das credibilidad y por tanto poder, es una descarga del cuerpo en tensión.
Te avisa de que estás pasado de revoluciones y que toca reequilibrar el sistema nervioso.
Punto.
Ni uno está loco, ni es malo, ni está depresivo ni es un depravado.
Está de los nervios. Eso sí.
Si consigue relajar el cuerpo, por ejemplo, los pensamientos se irán calmando, sin necesidad de entrar en ellos.
Es cierto que hay que ver de dónde viene esa tensión. Puede ser por una actitud sobre-protectora, por ser muy auto-exigente, por estar acumulando enfados y demás. Te puede estar contando algo, y es una información valiosa, pero nada que ver con lo que te presenta en forma de sketch la mente ansiosa.
A eso, ni caso.
Así son las cosas y así se las hemos contado.
Si quieres saber cómo gestionar los síntomas que la ansiedad crea para poder seguir apareciendo, al creer que te está protegiendo, apúntate a mis sistemas haciendo clic aquí
Un abrazo,
– Rocío