Paga el precio y deja de quejarte

¿Ira o ansiedad?

La «ansiedad» es a veces un cajón de sastre.

O mejor, un desastre de cajón.

Parece que tooodo es ansiedad.

Y no.

Muchos de mis clientes confundían sus sentimientos.

En ocasiones, no sabían si estaban enfadados o ansiosos.

Descubren que los ataques de pánico eran a menudo ataques de ira.

Se veían haciendo cosas que no querían hacer realmente, lo que les llevaba a acumular tensión, rabia, incluso furia y finalmente explotaban.

Y explotaban pa´dentro. Al llegar a su casa o en una situación que nada tenía que ver con el enfado original.

Por eso les puede costar localizar el botón inicial de encendido.

«¿Qué tiene que ver el supermercado con la pesada de mi madre?»

Mucho.

Hay personas que construyen e interpretan equivocadamente sus sentimientos como «ansiedad» porque la ira les parece prohibida.

Se enfadan por estar enfadados y lo tapan, multiplicando sin darse cuenta el enfado. En mis sistemas lo llamo la Meta-Emoción.

El problema es que a veces ni siquiera saben que están enfadados.

No lo registran.

Y si no lo registran, no lo digieren.

(Como te decía el otro día en un email, «if you can´t hear it, you feel it», «si no lo escuchas, lo sientes»).

La emoción se queda ahí creando todo tipo de sensaciones y pensamientos que se van liando.

Son personas adictas a agradar, a evitar conflictos, que necesitan caer bien a los demás. Pueden temer expresar cualquier señal de rabia o ira y se centran en ese temor, desplazando sus sentimientos reales, que quedan encubiertos.

Pero por algún lado tiene que salir…

Hala, le toca a la ansiedad.

Venga, que salga en forma de ataque de pánico.

Aprendieron que la conformidad, el estar de acuerdo y agradar, era una forma eficaz de evitar las críticas, el rechazo que tanto temían y por lo tanto, lo continúan en la vida adulta.

Pero eso es sólo la máscara.

Les da terror que les desaprueben, que les pongan cara de asco, que dejen de contar con ellos, que les digan que son malos. Acaban desaprobándose a ellos mismos. Siendo «malos» (nótense las comillas) pero con ellos mismos.

También les da miedo hacer daño a otros, que sufran por su culpa.

Olvidando que el otro es fuerte y responsable de lo que siente.

¿Qué podemos hacer para deshacer el malentendido?

– Desarrollar Conciencia.

A veces no sabes ni lo que sientes, los pensamientos se agolpan y pelean y queda una niebla de confusión. Hay que ordenar para dar paso a la claridad mental y a la coherencia emocional. Cuando tienes las cosas claras, todo fluye con más armonía.

– Respetarte.

A veces cuando uno quiere complacer, acaba haciendo cosas que no quiere, siendo sumiso, faltándose al respeto.

Si alguna vez te pasa, luego no te quejes si tienes ansiedad.

Es el precio que pagas por gustar a todo el mundo.

¿Merece la pena?

Tú decides.

Comienza el proceso de auto-cuidado y ve poco a poco poniendo límites y contándote y contando lo que sientes, lo que quieres y lo que no quieres.

– Centrarte en complacerte.

Recuerda que no es ser egoísta sino una persona egolista.

Este es sólo un aperitivo de todo lo que aprendes a gestionar en mis sistemas, clic aquí. Vamos a colocar tu mundo interior para que el mundo exterior sea más amable y fácil para ti.

Un abrazo y gracias por estar aquí conmigo,

– Rocío

PD: Me encanta que alguno de mis suscriptores me escriba enfadado por algún email o título polémico (como este). Viva el enfado. Es parte de la terapia enfadar a algunos de mis clientes, para demostrarles que es seguro. 

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

    100% Privado. Cero Spam.
    Sólo nuestro mejor conocimiento.
    © ∞ • Creado a mano por los hermanos Lacasa y su equipo de Navegantes N.E.O.
    CALMA – CLARIDAD – CONFIANZA