Impostores de la iluminación

La mente usa trucos apasionantes.

Y tanto que sí.

En el camino de evolución personal hay cambios que no lo son. O sí, pero no son el cambio que parecen.

El cambio esperado.

Son parte del proceso, pero tienen su doble cara.

El apego al desapego.

El verdadero desapegado le da igual estar o no apegado o desapegado.

El deseo de no desear.

Todavía desea, tiene que ir seguir trabajando el no desear.

La vanidad de no tener vanidad.

La falsa modestia.

Una cliente me decía hoy «¿y si dejo de tener ansiedad pero eso me da ansiedad?»

Lógicamente estaba pensando bajo el filtro de alerta, pero es una pregunta común.

«Eso significará que sigue activo el sistema de la ansiedad», le contesté.

Cuando uno cambia, cambia.

Hay muchos supuestos iluminados que cuentan orgullosos su proceso de transformación.

Señal quizás de que no están iluminados.

Íñigo estuvo mucho tiempo metido en esa trampa.

«Me quiero iluminar, me quiero iluminar, ¿cómo puedo hacer para iluminarme, hermana?»

Mal comienzo.

Eso no hacía más que desviarle del camino.

Ya lo entendió y soltó la expectación.

Con la meditación sucede lo mismo.

Si la haces con el objetivo de calmarte, mal. Regular, digamos.

La idea es hacerlo sin expectativas. Pase lo que pase está bien. Lo siento, no lo juzgo. Pasa lo que tiene que pasar.

Ten esto en mente, es importante ver los trucos de la magia mental para hacer el camino más ágil y despierto.

Te cuento las sutilezas, misterios y puntos ciegos de la mente en mis sistemas haciendo clic aquí

Un abrazo,

– Rocío

PD: El que se crea iluminado, que se vaya con la familia de vacaciones sin aire acondicionado, dicen 😉

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

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