He llevado a mis hijas a la peluquería.
La mayor feliz, la pequeña aterrada.
Estaba convencida de que cortarle el pelo le iba a doler.
Sólo se lo había cortado de bebé, y ahora tiene 2 años.
Obviamente, tras mucho lloro y resistencia, ha comprobado que no. Que no duele y que nunca dolió, más que en su mentecita.
Y eso ha supuesto un hito en su vida.
Temer algo y comprobar que era sólo un miedo irracional.
Y le seguirá pasando muchas veces a lo largo de su existencia.
Porque sólo tiene 2 años, que si no habría sido una gran oportunidad para explicarle cómo funcionan el miedo y la mente.
Lo que nos sucede de adultos es una prolongación de este tipo de experiencias.
Cuando sientas miedo, y una parte de ti sepa que es irracional, puedes recordar a mi hija descubriendo los primeros trucos de la mente.
Un abrazo,
– Rocío
PD: Para cambiar tu relación con el miedo, apúntate a mis sistemas aquí.