Observando a los niños, podemos comprender fácilmente nuestros mecanismos mentales.
Noche de Halloween.
Hemos llenado la casa de fantasmas, vampiros y brujas.
Me hace gracia cómo lo que hace unos días le daba terror a mi hija Jimena, hoy le resulta divertido e inofensivo.
Ayer, hablar de un fantasma era motivo de miedo y lloros. ¿Por qué hoy no se asusta, sino que se ríe?
¿Qué ha tenido que pasar en su cabeza para que eso cambie?
Su cerebro, al cambiar de contexto, ha sustituido la asociación fantasma = peligro por fantasma = juego. Así de simple.
Puede parecer ingenuo, pero es la base de nuestro funcionamiento mental.
Cuando estamos en modo “ansiedad” o “pánico”, nuestra cabeza es como la de un niño asustado (por eso usar la lógica en momentos de ansiedad intensa, no funciona).
Funcionamos por asociaciones, desde que nacemos. A día de hoy es probable que hayas asociado muchas cosas a la ansiedad: sitios, situaciones, pensamientos…
(Hay quien los llama “disparadores” o “gatillos”, pero si conoces lo que opino del lenguaje, sabrás eso hace que tu mente los asocie con una pistola, no me parece buena idea.)
Cuando aparecen, es como pulsar “PLAY”.
Y empieza la película: vienen pensamientos, imágenes de lo que puede pasar, recuerdos, sensaciones… que van avivando los síntomas.
Si, por ejemplo, has tenido un ataque de pánico en un coche, un coche ya no será lo mismo para ti.
Coche = peligro. PLAY.
Lo bueno de todo esto es que, igual que se generan unas asociaciones, se pueden eliminar y sustituir por otras. Como en la Noche de Halloween, los fantasmas pueden dejar de asustarte.
Puedes transformar la reacción inmediata de ansiedad en una reacción inmediata de calma, ante cualquier cosa que ahora temas
Sólo tienes que conocer los pasos del proceso y saber dónde y cómo invertirlos.
Es una de las claves que sustentan las PsicoInversiones, protagonistas de mi sistema. Cuando lo experimentas por primera vez, te das cuenta de que todo era más sencillo de lo que pensabas.
Te animo a que le des una oportunidad a tu cerebro para cambiar viejos patrones por aquellos que algún día le funcionaron.
Visítame en https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Un abrazo,
– Rocío Lacasa.