Los políticos conocen la mente humana como la palma de su mano.
Saben qué efectos tiene el lenguaje en nuestras experiencias y decisiones.
Por eso lo explotan para influirnos.
“Des-aceleración” suena mucho mejor que “crisis económica”.
Ministerio de “Defensa” mucho mejor que de “Ataque”.
“Calentamiento global” es más amenazante que “Cambio climático”.
“Campos de Concentración” fue expresamente elegido para suavizar los “Campos de Ejecución”.
Tu propia mente, al escucharlo, se crea imágenes muy distintas con unos u otros nombres.
La forma de nombrar las cosas condiciona nuestra forma de vivirlas.
No vengo hoy a juzgar sus técnicas de control mental, sólo quiero rescatar su utilidad y aprovecharla.
Porque podemos hacer lo mismo con la ansiedad.
“Trastorno de ansiedad” (tu mente interpreta enfermedad, anormal, complejo) o “Malentendido de ansiedad” (dinámico, reversible).
“Ataque de pánico” (peligro, agresivo) o “falsa alarma” (no hay fuego).
“Exponerte” (hay un peligro) o “reprogramarte” (hay una solución).
“Problema” (difícil, baja energía) o “reto” (motivación, proceso, sonrisa).
Incluir estos conceptos en tu recuperación abre una nueva forma de observar y vivir tu realidad.
Amplías tu perspectiva y así llegan a ti nuevas opciones y soluciones que antes se te estaban escapando.
En https://hermanoslacasa.com/sistemas/ cuido el lenguaje para que te eleve hacia tu recuperación. Puedes tratar tu ansiedad desde un nuevo código que facilita muchísimo todo el proceso.
Pequeños cambios con grandes efectos.
Un abrazo,
– Rocío Lacasa.