Ayer una suscriptora de YouTube comentaba un video sobre el miedo al suicidio de una cliente.
«A mi tb me paso en su día y yo pensando, ese pensamiento no será un síntoma extremo de la inseguridad en si misma? mejorando esa seguridad no se erradicarían esos síntomas ir a la raíz del problema?»
Sí.
¿Pero qué tipo de inseguridad?
No hace falta profundizar mucho, ni analizar las relaciones de la infancia para tratarlo.
En la cabeza no se resuelve esto.
Porque el antídoto a la inseguridad es la seguridad, la confianza, y ésta, como te he dicho otras veces, se siente en el cuerpo.
Puedes decirte 700 veces «estoy tranquilo, es una situación segura», que si tu cuerpo no está de acuerdo, es como si te hablaras chino (no vale si sabes chino).
¿Qué es el miedo al miedo?
Temer llegar a un estado en el que no seas consciente o dueño de tus actos. O que el propio miedo te haga llegar a «lugares» peligrosos.
Que tu cabeza no rule y tu cuerpo haga animaladas irracionales. Porque nadie se suicida con la mente, hay que involucrar al cuerpo, ¿no?
Truco de la ansiedad:
Meta-miedo.
Uno cree que teniendo miedo al miedo, se está protegiendo.
Como si estar «a bien» con el miedo fuera a hacerle más vulnerable y quedar expuesto.
Pero no tengas miedo al miedo al miedo. Es normal.
Vamos a ver.
Cuando una persona ha tenido un ataque de pánico y reacciona con miedo ante él, automáticamente se genera una desconfianza hacia el cuerpo.
(He de decir que no en todos los casos. Muchas personas tienen un ataque de pánico y a otra cosa mariposa. Ese es otro tema.)
Entonces, generalmente uno se dice, consciente o inconscientemente «uy, no me puedo fiar de este…». Que es básicamente, no me puedo fiar de mi.
Cuando hay miedo, se distorsionan las percepciones.
Y se puede desarrollar una intolerancia a la activación.
La persona no soporta estar nerviosa.
Un poco de nervios significa que la cosa puede acabar como aquella vez. Cuando no tiene por qué. Pero, por si acaso, me protejo teniendo miedo.
Bien, y ahora, ¿qué hacemos con todo esto?
Sentir.
Sentir.
Sentir.
Tener la experiencias de que los nervios te caben.
Sostener las sensaciones.
Para que dejen de impresionarte, que es cuando van a más.
Trata de no ir continuamente a la cabeza para convencerte de que todo está bien.
Si te funciona bien, pero no es suficiente.
Hay que hablar con el cuerpo, que es el que está reaccionando.
Si tienes pensamientos negativos, pero tu cuerpo pasa de ellos, no hay problema.
Por eso, leer 40 veces mis sistemas no cambia nada. Puede aliviar, pero te recuerdo que si lo que necesitas es confianza, la tienes que sentir en el cuerpo.
¿Cómo?
Dándole experiencias, que es el lenguaje que entiende.
Sal, experimenta, y así es como irás construyendo confianza y coraje.
¿Quieres que te acompañe en este proceso de reconstrucción? Te invito a que pruebes mis sistemas haciendo clic aquí
Un abrazo,
– Rocío