Naufragando con calma se llega a tierra

Viendo una entrevista de Quico Taronjí, periodista y autor de Aislado, viaje interior de un naúfrago, encontré, como suelo hacer, las analogías.

Quico vivió una aventura extrema en el mar.

Viajaba en un kayak que se fue destrozando pieza por pieza y quedó náufrago a la deriva.

Como buen aventurero, sabía qué hacer.

No nadar hacia la costa y dejarse llevar por las olas con los pies hacia el mar. Así cuando llegaba una ola, lo notaba en los pies y cogía aire.

Así es como llegó a tierra, impulsado por la corriente.

Si preguntas a un socorrista o experto en mar qué hacer cuándo te arrastra una ola, lo tendrá claro:

«Si mantienes la calma y no te agotas, saldrás por ti mismo en cuanto la corriente se debilite. No luches contra la ola, fluye con ella.»

En esa situación, el cuerpo parece pedir que nades como loco, que trates con todas tus fuerzas de salir de ahí.

Cuando sentiste ansiedad intensa, pudiste tener ese mismo impulso: tensar, forzar y luchar para que se fuera ese estado, esa ola.

Ya sabes que es todo lo contrario a lo que te va a ayudar. Fluye con la ola de síntomas, que se irán si simplemente flotas sin esfuerzo.

Aprende a ver la ola venir.

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Una vez lo haces, no importa si aparece una ráfaga de tensión, respondes ante ella con calma, a pesar de las sensaciones.

Ana me lo explicaba así:

«En cuanto a mi proceso lo cierto es que llevaba unos meses fantástica que ya no mi acordaba ni de que tenía ansiedad e incluso muchos de tus mails ya no los leía. No sé por qué (o sí) en las Navidades empecé a pensar de nuevo en si me volvía la ansiedad y hete aquí que apareció de nuevo. La mente es verdaderamente poderosa. Te engancha un pensamiento y no hace más que crecer hasta materializarse.

En fin, que llevo unos días con nerviosismo sin causa aparente y todo lo demás asociado (cansancio, el miedo al miedo etc)

A pesar de ello lo cierto es que algo ha cambiado en mí porque mi postura ante toda esa emocionalidad en forma de síntomas, es de aceptación y gratitud. Sé que la vida me está dando otra vuelta de tuerca para un nuevo salto evolutivo en el que pueda cuestionar mi verdadera identidad y saber de forma definitiva que la ansiedad, así como muchos otros patrones, no tienen nada que ver con lo que realmente yo soy! Como a veces se nos olvida, necesitamos pequeños empujones.

En fin, sólo quería compartirlo y darte de nuevo las gracias por tu labor!

Un abrazo!!

Ana.»

Te acompaño en tu aventura interior.

Un abrazo,

– Rocío

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

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