No llores. No te indignes. Comprende.
– Spinoza
Eres mucho más que tus patrones.
Por un lado estás tú, y por otro el patrón.
El patrón de la negatividad, de la pereza, del miedo, de lo que sea.
Esos patrones los creaste para defenderte. Sentías que había una amenaza y necesitabas una protección. Gracias.
En un momento dado el problema de fuera dejó de ser la amenaza. La coraza de dentro se convirtió en el problema.
Es como quien fuma o toma un Lexatín para relajarse ante una situación de estrés. Problema resuelto pero ahora hay un nuevo vicio que quitar.
Muchos me preguntan cómo pude tratar a personas con psicopatía sin alterarme.
Éstos me contaban burradas. Acciones supuestamente despreciables. Te ahorro los detalles, ¿no?
Un psicólogo no puede entrar ahí. Yo les respetaba.
No puedes juzgar a un león por cazar a una presa. Sí puedes alejarte de los leones. (Y no sigo por ahí, si quieres un día podemos hablar de la psicopatía).
Buscaba que se sintieran mejor. Bueno, exactamente que aprendieran a ajustarse a la sociedad y poder así evitarse problemas. Porque muy mal tampoco se sentían.
Me tenía que meter en su mapa.
No hacer de juez, ni policía, ni predicador, porque no serviría de nada, sino en un cómplice que le da la vuelta a sus motivaciones y objetivos, siempre desde su mapa.
Como también decía Spinoza, «he cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas».
Y te animo a que hagas lo mismo con tu mapa.
Ponlo sobre la mesa.
Compréndete.
Conoce los entresijos de tus motivaciones.
Sólo así podrás conectar tu compasión, impulsor clave en tu transformación.
No eres ansioso, ni depresivo, ni neurótico.
Cogiste unos vicios mentales que te sirvieron en su momento y que ya no necesitas. Están viciaditos, sí, pero no tienes que rendirte a ellos.
Un paciente de la clínica siempre me decía con sarcasmo, «Rocío, el vicio hasta el día del Juicio».
No. Sólo son hábitos.
Hazlos conscientes, des-identifícate de ellos y date tiempo para cambiarlos. Requiere comprensión, entrenamiento y confianza.
¿Qué nuevos hábitos quieres estar creando?
En mis sistemas, lo primero que hacemos es trazar tu mapa actual y cambiar carreteras, señales y avisos para estar creando el nuevo mapa que te lleva a donde quieres estar. Puedes verlos haciendo clic aquí
Un abrazo!
– Rocío
PD: Llora lo que quieras. Llorar es una descarga de tensión. Reprimir el llanto la bloquea. Si lloras, detecta cuando la tensión ha sido descargada, cuando el llanto ha cumplido su función, y vuelve a sonreír.