¡Qué frustración sienten muchas personas al escuchar esta frase de su médico!
Dolores crónicos, mareos, vértigos limitantes que no tienen un correlato físico que lo justifique.
Pruebas, exámenes, análisis, de especialista en especialista y nada….
«Estás perfecto», «tienes la analítica de un jovencito», «no tienes nada»…
Desesperante.
Entonces, ¿qué hago?
Es curioso que la clase médica haya tardado tanto tiempo en crear la rama de la Medicina Psicosomática.
Ya lo tienen claro.
No hay equipo profesional serio que no cuente con un psicólogo.
La mente es la puerta de entrada para muchos síntomas y patologías.
Y la mente es igualmente la puerta de salida.
No nos queda otra que conocer y cuidar nuestra mente para conocer y cuidar nuestro cuerpo.
No es casual el lenguaje en este caso:
«Me trago todas mis preocupaciones».
Y que esa misma persona tenga problemas crónicos de indigestión.
No, no es casual.
Puede comenzar un tratamiento con antiácidos, pero si no pule su psicología, lo más probable es que el estómago siga hablando.
El hecho de que estés leyéndome es síntoma de tu conciencia de responsabilidad. Bien por ti.
Deja de pensar tanto en los demás, en lo que piensan, en lo que esperan, y empieza a cuidarte de verdad.
El jueves entrevisto a una psicóloga experta en Psicosomática, si tienes preguntas puedes hacérmelas llegar respondiendo a este mail.
¿Vas a tomar responsabilidad, haciendo de tu mente y cuerpo aliados en lugar de enemigos confundidos? Yo te guío en mis sistemas que puedes ver pulsando aquí
Un abrazo,
– Rocío