Vuelvo a la carga.
Tras la descarga.
Muchos me habéis preguntado si estaba bien. Quizás aparecieron algunas películas mentales, dada la situación global.
¡Os lo agradezco mucho!
Simplemente estaba sumergida en algunos proyectos, los clientes y la familia.
Antes de seguir, todo mi apoyo a esas personas que han perdido a un ser querido, el trabajo, o la salud.
El dolor no es fácil de transitar.
Aunque estemos diseñados para ello.
Hoy quería hablarte de una constante en el proceso de muchos de mis clientes.
El TESTEO.
Testeo: ’Someter algo a una prueba o control’.
Una vez comienzan a sentir que ese estado de activación, tan incómodo, está durando demasiado (sí, «la ansiedad»), aparece la estrategia de…
… testearse.
Someter a prueba o control cómo se sienten, comportan y piensan, comparándolo con cómo deberían sentirse, comportarse y pensar.
(Mala idea)
“¿Cómo estoy?
¿Cómo me siento?
¿Debería estar sintiéndome así?
¿Por qué estaré pensando en este tema? ¿Por qué me habrá venido esta imagen a la mente?
A estas alturas, ¿no debería sentirme mejor?
¿Por qué esto me da miedo ahora, soy cobarde?
¿O sí que estoy mejor, pero no me acuerdo de cómo me sentía el año pasado?”
Bla bla bla…
Todo esto mientras se mantienen perdidos en análisis y parloteos que desdibujan lo que realmente sienten y hacia dónde dirigirse.
Capas y capas de «pintura ansiosa».
Recordemos: lo que sientes y piensas cuando estás en ese estado de activación, de tiempo nublado, no es muy de fiar.
Ha de ser cuestionado.
No es que sea traicionero. Es que el sistema detecta – equivocadamente – que hay una [amenaza] y hace ese tipo de cosas para protegerte.
Por lo tanto, cuando alguien me dice cosas como:
“Me preocupa que no me apetezca hacer deporte, si siempre me ha encantado, ¿será que en realidad no me gusta y me estaba forzando a ello y ahora me doy cuenta?”
“No siento lo mismo por mi pareja, me aterra haber dejado de quererla”
“¿Por qué me despierto sin ganas de nada, esto va a ser así siempre, es que mi vida es un horror y no me daba cuenta?”
“Soy enfermera y no siento la misma ternura de siempre por mis pacientes, ¿les querré hacer daño?”
“Soy policía y no me siento tan fuerte, ¿dejaré de ser implacable?”
Todos ellos son pensamientos, y sensaciones, de baja calidad, es decir…
… parten de un malentendido de base.
NO dicen nada de la persona, de sus valores y capacidades.
Tampoco dicen nada de «la situación» o del «futuro».
Sólo dicen que uno está dejándose despistar por un Malentendido Mental Momentáneo.
Por eso, te animo a que sigas cuestionando.
Conectado con tu coherencia interna, que puede estar temporalmente nublada.
Puedes dejar de temer cambiar.
A partir de hoy, me encantaría seguir acompañándote cada día.
Un abrazo,
– Rocío