Te comparto el testimonio de Javier, un ejemplo de actitud.
«Yo llegué a Rocío Lacasa de la mano de una de las personas que más quiero en el mundo que además de mi hermana es una de mis mejores amigas. Yo inicié este nuevo proyecto y ellas me han acompañado. Digo ellas porque aunque me llegó por mi hermana, mi novia ha sido una pieza clave del puzzle…
Desde hace tiempo todos habíamos asumido que yo era una persona compulsiva, ansiosa, con malos hábitos de consumo (alcohol, tabaco y drogas) pero con un grandioso corazón y sensibilidad (para compensar…jejeje) y que ellas eran unas persona con miedos, inseguridades, complejos pero con un grandioso corazón y sensibilidad también.
Llegué a este proceso con una relación sentimental deteriorada puesto que aunque la quiero con locura y no me planteo la vida sin ella, no sabía como hacerle feliz ni segura de mis sentimientos hacia ella.
Decidimos llegar a un acuerdo y darnos unos meses en los que yo trabajaría mis emociones con este curso y ella trabajaría sus emociones con una psicóloga en sesiones presenciales. Quedamos que el 5 de mayo hablaríamos sobre nuestro futuro como pareja…
Poco a poco, fui adquiriendo habilidades, contenidos y técnicas que fui integrando. Fueron meses muy intensos pero muy constructivos puesto que en casa tanto mi pareja como yo estábamos deseando podernos sentar y contarnos mutuamente los avances que estábamos realizando cada uno… Vimos claro el concepto de la importancia de crear calma, claridad y confianza.
Cada semana íbamos nutriendo nuestro interior con lo que yo iba aprendiendo en el curso y lo que ella iba aprendiendo en sus sesiones. Cada cena en casa era un mar de emociones y sobre todo de ilusión de presente…
Las semanas evolucionaban de manera positiva y cada vez nos queríamos y sentíamos mejor hasta el punto que no pude esperar al 5 de mayo y el día de nuestro aniversario le pedí matrimonio…y ella me dijo que si. Me alegré muchísimo y el 8 de septiembre nos casaremos en una ermita muy pequeña pero con una energía descomunal…
Yo me daba cuenta que los rituales me iban de maravilla y realicé un cambio de alimentación que me ha sentado muy bien.
Mi nuevo estado se puede resumir en conceptos como CALMA, CONFIANZA, CLARIDAD, CONTROL, SENTIR, AMOR, FELICIDAD, PLENITUD, ENERGÍA, PAZ, SINCERIDAD, VITALIDAD, GRATITUD….
Muchísimas gracias por el contenido que habéis desarrollado.
Siempre estaréis dentro de mi corazón y podéis estar seguros que habéis sido mi punto de inflexión en mi vida. Espero hacerme muy viejo junto a mi mujer para poder contar esta misma historia a mucha gente…
Nota: Actualmente, ni yo soy compulsivo, ni mi hermana y mi mujer son inseguras….jejeje.»
¡Gracias y enhorabuena Javier!
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Un abrazo,
– Rocío