No sé a ti, pero a mi me maravilla nuestra parte instintiva y primitiva.
Gggrrrrr…
Tenemos un motor interno que no tiene que pasar por el ordenador racional para saber qué hacer.
Tira de nosotros, como una fuerza invisible, desde que el hombre es hombre.
Una bandada de pájaros no se reúne para ver cuándo y hacia dónde emigran. El líder lidera y los demás lo saben y le siguen. Actúan por turnos.
Los pavos reales escogen una posición estratégica frente a la luz del sol para que los colores de su plumaje destaquen más.
Una madre que acaba de dar a luz sabe coger a su bebé. Su cuerpo lo sabe. El bebé sabe cómo acercarse al pecho, nadie le formó durante el embarazo.
En cierta etapa de la vida, no te enamoras con la cabeza. Buscas una compatibilidad genética-inmunológica con la que procrear. Lo hueles.
Tenemos una inteligencia instintiva brutal.
Y parte de la ansiedad proviene de estar desconectada de ella. Se filtran los mensajes viscerales por lo racional, cuando ese no es el canal.
Acabamos pensando con el cuerpo y sintiendo con la cabeza, y eso genera floridos conflictos.
Parte del proceso de la recuperación hacia la calma se centra en limpiar los canales de comunicación. Sentir el cuerpo con el cuerpo, pensar con la cabeza, y actuar con las entrañas.
Si una persona tiene miedo a enfrentarse a una situación, por mucho que piense y se diga «lo voy a hacer, lo voy a hacer, lo voy a hacer», el cuerpo va a su absoluto rollo. Si su estómago le dice que la acción no es coherente con su supervivencia, no generará respuestas de acercamiento a la amenaza. Esas señales de coherencia con la supervivencia quizás se crearon a través de pensamientos, pero se generó tal confusión que la persona se siente bloqueada, a nivel pensamientos y sensaciones físicas. O deshaces el entuerto o se profundiza la ansiedad.
En mis sistemas ponemos orden a este caos.
Y finalmente emanan una claridad y confianza que antes creías imposibles.
La claridad y la confianza que te corresponden.
Como sabiamente dice el yogui Rafael Campeny:
«El hombre en su orgullo puede pensar que los que son inferiores son los animales, pero se podría pensar al revés. El animal está en su madurez real, y el hombre está a medio camino».
¿Conectamos con tu animal interior?
Él te guiará libre de malentendidos.
Un abrazo,
– Rocío