una cualidad que comparten la mayoría de asesinos que quizás te vendría bien imitar.
Tengo en casa un cuadro de un «mara».
El retrato de un preso salvadoreño marcado de tatuajes.
Mara Salvatrucha es una organización internacional de pandillas criminales que se originaron en Estados Unidos y se han expandido sobretodo en Latinoamérica.
Se inspiraron en la palabra marabunta, un grupo de hormigas migratorias muy voraces que arrasan cuanto encuentren a su paso.
Sus miembros se distinguen por tatuajes que cubren el cuerpo y la cara y que usan como símbolos de sus ideales y vivencias.
Cruces, números, plegarias, telarañas…
Son violentos y tienen un código moral propio, que seguro nada tiene que ver con el tuyo. No con el mío, desde luego.
Aunque ellos se consideran leales a la familia (que muchas veces es la propia Mara) y defienden que luchan contra una sociedad enemiga.
Cuando la gente ve el cuadro, me preguntan «¿por quéee?»
Les resulta agresivo, aunque está pintado con colores cálidos y divertidos que suavizan el impacto.
A mi me encanta. Y me recuerda que una psicóloga no puede juzgar jamás a un ser humano.
Para eso está la Justicia.
Yo tengo que ver más allá.
Bueno, la cualidad de la que te hablo está relacionada con la culpa.
Sé que me estoy yendo al extremo. Pero es que hay veces que tú te vas al extremo.
Y nadie te regaña.
La culpa es un mecanismo que nos sensibiliza ante el sentimiento humano. Regula nuestra conducta y permite una sana convivencia. Sin culpa esto sería la jungla.
Sí, en la jungla, los animales no sienten culpa.
Hay dos culpas patológicas:
– la falta de culpa, típica en asesinos y algunos delincuentes (característica clásica de los psicópatas)
– el exceso de culpa, típica en algunas personas con ansiedad
Si a veces te sientes culpable, está bien, es una experiencia reguladora que nos hace generosos. Sería más bien sentirte responsable. Pero cuando te enredas en ella, estás necesitando que el psicópata te dé una lección.
No digo que te pases al lado oscuro. Es broma lo de que un asesino debería darnos un webinar sobre emociones…
Mis respetos.
Sólo te recuerdo que todo, por exceso o por defecto, nos saca del equilibrio.
La culpa de más no te aporta ningún beneficio.
Cuídate. Mímate. Arráncate la culpa.
Un saludo,
Rocío Lacasa
PD El cuadro es impactante, lleno de color. Es un retrato ideado y pintado por Inés Losada, inspirado en una fotografía (en blanco y negro) de Isabel Muñoz.