Llevo años escuchando y leyendo experiencias de ansiedad.
Lo hago con mucha atención.
Para describir una situación con exactitud tienes que o haberla vivido o ser un experto con una especialización exhaustiva.
Hoy un cliente me decía:
“Los pensamientos negativos se siguen produciendo y enganchando en tu cabeza con mas fuerza, es como si se nutrieran de esa fuerza que tú pierdes.”
Otros:
“Siento que mi cabeza va por libre y a toda velocidad, que pierdo el control como si estuviera perdiendo la cordura, no puedo parar”.
“Tengo un velo oscuro y pesado sobre los ojos y la sensación de que algo horrible está a punto de suceder, desde que me despierto tengo miedo a enfrentarme al día”.
Esta capacidad para intelectualizar la experiencia es algo que va a ayudarnos en tu recuperación.
Si te pregunto qué es para ti la calma, ¿qué me dirías?
Encuentra un momento de tu pasado en el que hayas experimentado calma.
¿Cómo era?
¿Cómo te sentías?
¿Cómo estaba tu cuerpo?
¿Tus pensamientos?
A veces, en las sesiones de mi consulta, parezco una interrogadora. Sólo me falta apuntarles con una lámpara de mesa (puedo llegar a usarla, que conste).
Es importante, no insisto por gusto.
Entonces, tómate un par de minutos para recrear ese sentimiento, si quieres con los ojos cerrados.
Y quizás, puedas darte cuenta, de que has sido capaz de generar unos instantes de calma.
Cuando le das forma, conviertes la emoción – rápida, pasajera – en un sentimiento – más sólido, profundo.
En mis sistemas hermanoslacasa.com/sistemas/ no te voy a hablar de conceptos tipo «baja autoestima» o «inseguridad personal». Eso se me queda corto, básico. ¿De qué sirve leer eso? De nada.
Vamos a ver cómo generar y cómo eliminar emociones y pensamientos, paso a paso.
Te invito a este viaje interior.
Un abrazo,
– Rocío Lacasa.