“En lo que centras tu atención, incrementa.”
Éste es un mantra para muchos de mis clientes.
Díselo a Elvira, por ejemplo, que vivía por y para sus síntomas físicos de ansiedad.
Escáner exhaustivo continuo.
Ponía el foco de luz en la parte “ansiosa” de su cuerpo y el resto quedaba en la sombra o en punto ciego. Sin darse cuenta, multiplicaba la presencia e intensidad de sus síntomas.
Me hace gracia cuando clientes me cuentan indignados que el medico les dice que “sus síntomas son psicológicos”, que están “somatizando y exagerando”. Como acusándoles de estar fingiendo o inventando.
No, no es así. Desde luego si te dicen eso, no son expertos en ansiedad.
Lo que sí es cierto es que tenemos la capacidad de controlarlos. Aumentar o disminuir su intensidad, su frecuencia, su duración. Simplemente usando la atención.
Nuestra atención es muy poderosa si la manejamos a nuestro favor.
¿Conoces el efecto cocktail party?
Es probable que te haya pasado. Si estás en una fiesta abarrotada, y alguien pronuncia tu nombre, ese sonido irrumpe en tu conversación y capta tu atención.
Típico: estás comiendo en un restaurante, los de al lado pronuncian tu nombre en su conversación y… ¡eh! Te das la vuelta (aunque no tengas ni idea de lo que estaban hablando).
Sucede porque tu nombre tiene un significado emocional para ti.
Y ahora mismo tus señales de ansiedad han adquirido un significado emocional para ti.
Un mareo un día de verano significa cosas muy distintas según cuál sea tu historia de ansiedad.
Por eso es hora de romper la asociación que has ido generando entre tu cuerpo y el miedo.
Tu atención están mediando en tu recuperación y es imprescindible que conozcas cómo funciona para poder guiarla.
En este momento están pasando cientos de cosas en paralelo. Tu experiencia será totalmente diferente según donde lleves tu foco.
Prueba a hacerlo. Para y fíjate en algo que estabas ignorando.
Y cambia de nuevo.
Céntrate en ello y observa qué pasa.
Como te explico en profundidad en https://hermanoslacasa.com/sistemas/ tú creas tu realidad.
Recuérdalo siempre.
Como bien saben los SúperHéroes, tener ese poder implica una responsabilidad.
Qué distinta sería tu película favorita si el director hubiera decidido enfocar otros elementos e historias.
Qué distinta sería tu última experiencia dolorosa si tu mente hubiera enfocado lo que sí está bien, lo que sí tienes, lo que sí eres.
Un abrazo,
– Rocío Lacasa,