En los 90 hubo un boom con los libros de autoayuda.
Ahora hay un boom en contra.
“Son un timo”, dicen.
La gente que los critica parte de una idea:
Los lectores son idiotas.
Pues no, queridos, no somos idiotas.
Sabemos que un libro es un libro.
Sabemos que desde la grada no se marcan goles.
Quien compra un libro de autoayuda comprende perfectamente que leer no cura.
Comprende que tiene que aplicarse el cuento.
Los manuales de instrucciones están para usarlos.
Para poner en marcha la máquina y que funcione tal y como está diseñada.
Estás diseñado para crear calma.
También estás diseñado para crear estrés pero sólo si te persigue un león o si pierdes el avión.
Corres y el estrés cumple su función. Igual que llega, se va.
Nacimos con la capacidad de autorregularnos y curar heridas. No es algo que tengan unos cuantos elegidos.
El problema es que nos hemos complicado el trabajo sin darnos cuenta.
Muchos de los síntomas de ansiedad son reflejo del esfuerzo de tu cuerpo por sanarse. Cuando te resistes es cuando los aumentas y cronificas.
Por eso lo que necesitas es SOLTAR.
En hermanoslacasa.com/sistemas/ te muestro cómo soltar es una liberación impresionante. Creas una nueva actitud en la que todo se suaviza. Todo se aligera.
Cuando lo pruebas, no hay vuelta atrás.
Compruebas que hay otra manera de vivir, de experimentar.
Es una revolución interior que bien merece uno y mil libros.
¿No crees?
Te mando un abrazo,
Rocío.
PD: Mis sistemas no sólo contienen un libro. Cada uno contiene un pack de audios, videos y seguimiento personalizado. Sólo falta que pongas la energía que necesitan para activarse.