Esa sería una medida cruel pero eficaz para los zoológicos.
Porque luego se quejan de que los animales matan a sus cuidadores…
¿Qué nos creemos?
Este verano llevé a mis hijas al zoo de Fuengirola, Málaga.
Primera y última vez.
La escena fue la siguiente.
Tigre, espectacularmente bonito, con síntomas obsesivos compulsivos.
No soy etóloga pero estoy segura de que esos movimientos repetitivos, yendo de un lado a otro nervioso, con el cuerpo tembloroso, no es el comportamiento natural de un tigre en su hábitat.
Se me partió el corazón.
En un zoo las necesidades naturales de cada especie raramente se cumplen.
A los pájaros se les cortan las alas porque no pueden volar en ese espacio.
No hay agua suficiente para los animales acuáticos.
Los que suelen vivir en grandes manadas están solos o con un par de compañeros.
Sus hábitos instintivos como cazar y aparearse están completamente manipulados.
Bueno, pues todo esto lleva a la Zoocosis, o psicosis de zoológico.
Los animales, como aquel tigre que vi, están estresados.
Tienen trastornos de ansiedad.
Me entraron ganas de entrar a la jaula y darle un abrazo. Y de darle tratamientos aunque fuera a los cuidadores.
Hay quien defiende que los zoos están destinados a la educación y protección de especies, pero está claro que por encima de todo es un negocio.
Es responsabilidad del ser humano tomar conciencia de lo que está provocando con su Ego.
Lo gracioso (quiero decir, triste) de todo, es que el ser humano actúa igual con su propia especie.
Faltamos al respeto a nuestras necesidades naturales más básicas.
Nos alimentamos de «cosas» que distan mucho de ser orgánicas.
Nos comportamos como cachorros en lugar de como adultos.
Menudo lío tenemos montado.
Por eso, te recomiendo que nutras y conectes con ese ser humano que necesita que le atiendas.
Vuelve a la Naturaleza y recuerda que formamos parte de lago más importante que nosotros.
Sé que estás dentro de un sistema y que no siempre depende de ti, pero tienes salidas.
Pon tu granito de arena para ser parte de la solución.
Si tú estás bien, todo está bien.
Por tu salud,
– Rocío Lacasa.