– Isaac Asimov, rey de la ciencia ficción
La ciencia y la tecnología avanzan. Pero nada frena a nuestro cavernícola interior.
El físico Michio Kaku, en su obra El Futuro de Nuestra Mente describe el «principio del cavernícola». Seguimos (y seguiremos) dominados por los mismos impulsos, deseos y motivaciones que nuestros antepasados más lejanos. Tiene sentido, porque es lo que ha mantenido a la especie.
Por ejemplo, parecía que con la llegada de los ordenadores se iba a acabar con el papel. Pero si trabajas en una oficina, sabes que no es así. Se siguen vendiendo libros impresos, periódicos, y diarios.
Sucede porque necesitamos la «prueba de la caza».
Tener un jabalí en brazos no es lo mismo que pintarlo. Nos dan seguridad las pruebas físicas reales.
Es sólo un ejemplo del origen de la famosa «zona cómoda o de confort.» Y la razón por la que tiene tanto poder sobre nosotros.
Nos asustan y dan seguridad las mismas cosas que hace 100.000 años (te repito que gracias a eso seguimos aquí, y tendremos cuidado de que los robots no nos sometan).
Con todo esto quiero quitarte un poco de culpa, si es que la tuviste en algún momento.
Si todavía te importa lo que piensen otros…
Si temes que te rechacen…
Si desconfías de algunas personas…
Si temes lo desconocido…
Si el miedo a veces te paraliza…
Si tienes conductas que no puedes controlar…
Si pospones…
Si piensas una cosa y luego dices o haces otra…
Si a veces dependes de otros…
Bienvenido al club.
Lo que te sucede es tan humano y tan arraigado en nuestra naturaleza que sólo podemos honrarlo.
Son nuestros instintos de conservación, socialización y transmisión.
Conocerte, con compasión, es el primer paso para controlar. Es lo que te propongo en mis sistemas, comprender qué te mueve a sentirte y comportarte de determinada manera cuando sientes miedo y cómo ayudarte a cambiarlo.
La mente es compleja, sí.
¡Si fuera más simple, seríamos tan simples que no podríamos entenderla!
Pero sabemos lo suficiente para vivir una vida libre de ansiedad.
¿Te apuntas? Haz clic aquí
Un abrazo,
– Rocío