Unos van de blanco y otros de rojo.
Te dicen que te fijes en cuántos pases hace el equipo blanco.
Puede que uno piense que el reto está en contar bien. En que no se te escape ni uno.
Salen 11 ó 12.
Pero la gracia es que al final te dice:
«¿Has visto al mono (o al oso, no me acuerdo) haciendo el Moonwalk (el famoso paso de Michael Jackson hacia atrás)?»
No lo ves.
Tu atención está dirigida a la orden establecida.
Y solemos ser muy obedientes.
Con la ansiedad pasa lo mismo.
La ansiedad (y con eso no me refiero a una señora que llevemos dentro, sino a todo el sistema mental-corporal de alerta que se pone en marcha) te ordena que te fijes en cualquier amenaza en potencia.
Si una noche te quedas a dormir en una tienda de campaña en plena selva y te aseguran (bajo juramento) que en esa zona no hay animales peligrosos, puede que duermas bien. Puede.
Si no te dicen nada, y dejas volar tu imaginación, es probable que esa noche escuches más ruidos que en tu vida.
Los sonidos más sutiles se convierten en rugidos, pasos o reptares de serpiente.
Si sales de la tienda, serás capaz de ver en la oscuridad, cual gato.
Pero de verdad, ves en la oscuridad.
Con la ansiedad activada, los sentidos se agudizan y lo que en unas circunstancias es silencio y oscuridad, en otras se convierte en una fiesta nocturna de depredadores esperando a que te relajes para atacarte.
Bien, pues no hace falta irte a la selva para que esto suceda.
En la reunión, en el coche, paseando…
Buah, una situación cotidiana puede convertirse en una experiencia de cine en 3D.
Un paseo en coche en el Rally París Dakar.
Una reunión en la batalla de Trafalgar.
¿Qué podemos hacer con ello?
Es básico que desarrollemos dos destrezas:
1. La agudeza sensorial: pero enfocada desde la calma y el «control»
2. Le gestión de nuestra atención: poder «distraer» a nuestros sentidos hacia estímulos de seguridad.
Lo entrecomillo porque no es ni el control ni la distracción que la ansiedad te aconseja que hagas.
Esos son dos de sus trucos.
Se trata de un nuevo sistema de relacionarte con esa energía física-mental que surge cuando menos te lo esperas.
La Psicología Inversa ContraIntuitiva.
Te cuento con detalle en mis sistemas, haciendo clic aquí