¿Sabemos que entramos en trance todos los días?
El súper experto en inducir trances fue Milton Erickson. Brillante psiquiatra y padre de la Hipnosis Ericksoniana.
Era todo creatividad. He leído muchos de sus miles de casos y usaba métodos sorprendentes y sobretodo, efectivos.
Una de sus estrategias era confundir al paciente con sus reacciones y respuestas. Decía cosas aparentemente contradictorias o fuera de contexto y conseguía que la persona entrara en un trance hipnótico. Es la técnica de la confusión.
Bueno, pues mi padre, no sé dónde lo aprendió, pero le encanta hacer lo mismo. El efecto es chocante y tremendamente terapeútico.
Cuando de pequeña le contaba, angustiada, mi miedo a los exámenes de Educación Física, en especial la prueba de Cooper (una prueba de resistencia que se basa en recorrer la mayor distancia posible en 12 minutos), me contestaba:
«Tú tírate al suelo».
Y yo me imaginaba tirándome intencionadamente en mitad del camino de tierra para no seguir corriendo. Y rompía todos mis esquemas.
Yo esperaba un «venga, hija, tú puedes» o «ya verás que lo haces muy bien, es sólo una prueba».
Lo típico.
Pero él me descolocaba con eso y cortaba mi juego. Con esa tontería, me hacía más fuerte.
Y así es con todo el mundo.
Un día presencié a mi padre en acción «terapeútica» en su trabajo.
(Como puede que ya sepas, ya que es coautor de Volando Con Calma, mi sistema para la fobia a volar, ha sido piloto de líneas áreas durante más de 35 años. Y es de esos pilotos con un estilo peculiar.)
Una señora, de unos 60 años, muy muy nerviosa, se le acercó antes del vuelo.
«Tengo mucho miedo, Comandante», le dijo temblorosa y casi tirándose a su cuello suplicando ayuda.
«Yo también, Señora».
Yo me quedé boquiabierta. La señora también.
Pero curiosamente, confundida, se relajó automáticamente.
Esperaba un «tranquila, lo he hecho miles de veces, no pasa nada» o un «señora, volar es muy seguro».
Pero no. La metió en trance y rompió el juego de víctima-salvador.
Luego le dije «pero Papá, ¿cómo le dices eso?»
«Ah, siempre digo lo mismo. Si me dicen que tienen miedo, yo les contesto que estoy acojonao».
Lo dice desde tal seguridad y confianza que el mensaje que recibe la persona reprograma la secuencia del miedo.
Después del shock inicial, sé que ha pasado a cientos de personas a cabina para enseñarles cómo funciona todo y les ha dado todas las facilidades para un vuelo cómodo.
Con el tratamiento de la ansiedad, está técnica de la confusión es muy poderosa. Si entras en mis sistemas, encontrarás que hay momentos en los que te voy a pedir que confundas a tu ansiedad. Uno de los pasos de la PsicoInversión se trata exactamente de eso. No te adelanto nada para mantener el efecto reprogramador 😉
Un saludo,
Rocío Lacasa