Me escribe una cliente diciéndome que no acaba de estar bien al 100%.
«¿En qué puedo estar fallando?», me pregunta.
Le pido más detalles.
Y ella, que sabe más que yo y que cualquier médico o terapeuta, me dice lo siguiente.
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«Lo que me pasa es que quiero resultados ya… y me desespero.
Y me he obsesionado tanto con resolver que me paso muchísimas horas del día viendo videos o leyendo cosas de como ponerle solución.
Tu programa de 90 días lo he seguido un mes y a trompicones.
También me resulta extraño q sólo escuchando tus audios se resuelva.
La verdad es que te cuando empiezo a encontrarme bien lo dejo todo.»
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Mi respuesta:
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«Mira qué bien, ¡me has hecho el trabajo!
Tú misma sabes que la impaciencia está añadiendo más tensión al proceso.
Y cuando te ves mejor, te olvidas. Es lógico, esa es la idea final, pero no ha llegado el momento. Céntrate en el programa que por algo está así diseñado, viviéndolo con seriedad, conciencia y responsabilidad. Sólo te pido unos minutos diarios.
No es sólo escuchar unos audios, sino poner en marcha lo que dicen en tu día a día. Escuchar y aplicar. A base de la repetición tu cerebro se reprograma y abre nuevas vías de entendimiento y transformación. No se aprende a cocinar leyendo recetas. Sí que entiendes cómo se hacen las cosas, y qué ingredientes necesitas, pero luego hay que poner las manos en la masa.
Toma aire, y ponte de nuevo con ilusión.
¿Hay algo que no entiendas o no estés de acuerdo de los conceptos?»
Un beso y a por ello!
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Pues eso, que a cocinar se aprende haciendo croquetas. Ahí es cuando les coges el punto de sal y la cantidad de aceite.
Un saludo,
Rocío Lacasa
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