Es probable que hayas estado enamorado.
¿Recuerdas el colocón?
Energía, sonrisa, serotonina, dopamina, bailes por la calle, cantos en la ducha, pensamientos positivos, fenilalanina, un continuo imaginar y rememorar historias apasionantes con la persona amada…
¿Crees que te vendría bien ahora?
¿Que se te olvidaría un poquito la ansiedad?
¿Y qué tal si esta vez te enamoras de ti?
Recordando lo increíble que estuviste ese día…
Ilusionándote con el futuro que te espera junto a ti…
Queriendo darte lo mejor…
Sorprendiéndote…
Sacando lo mejor de ti…
Descubriéndote…
Oliéndote…
Reteniendo tu perfume…
Mirándote…
Gustándote…
Es la primera fase para construir una relación de amor profundo y maduro. Vamos por partes.
Enamorarse es una elección. Te puedes programar para enamorarte. Desde ahí empiezas a manipular tu bioquímica cerebral.