“La ansiedad es mi enemiga…”
“Ayer me pilló por sorpresa…”
“La muy …. aparece cuando menos te lo esperas”
Leo este tipo de comentarios continuamente.
Y me pregunto, ¿les parece la ansiedad una señora, un animal? ¿La viven como si fuera “alguien” o “algo”?
Solemos “cosificar» procesos para hacerlos más manejables. El verano, la gripe, la crisis…
Por un lado es útil. Por ejemplo, hablamos de la ansiedad para entendernos entre pacientes y profesionales. Decimos “tienes ansiedad”, o “vengo por mi ansiedad”. No vamos a estar enumerando todos los síntomas y encajándolos en un perfil, por lo que creamos esa categoría.
Pero a veces puede confundirte.
Ayer me decía P. que si iba al centro comercial temía que apareciera la ansiedad. Y al detallarme lo que pensaba, era como “algo” con vida propia que se “metía” en su cuerpo.
No se había dado cuenta hasta hablarlo conmigo que esas eran sus sensaciones.
Otros pacientes me han hablado de sentirla como una rata, un monstruo o un lobo. Aprovecho esas imágenes para trabajar en sesión, pero al final siempre les digo:
«Cuidado con identificar tus síntomas como una cosa. Una GRAN cosa.»
Se lo digo por dos motivos:
1. Cuando aparece cualquier sensación de ansiedad, ya presuponen, por asociación, que el resto de síntomas y consecuencias van a ocurrir.
“Me falta el aire, es ANSIEDAD… Entonces, ahora tendré miedo, taquicardia, angustia y me tendré que ir.”
Incluso sienten que ¨la ansiedad” tiene mala idea.
La ansiedad es un proceso, e igual que comienza, puedes controlarlo y pararlo. Una serie de reacciones y mecanismos que aparecen porque tienen que aparecer.
En lugar de “tengo ansiedad”, puedes probar a decirte “siento que mi sistema nervioso está activándose”.
No hay una señora vestida de negro ni un monstruo cruel queriendo fastidiarte.
2. Además de “la ansiedad”, pueden unirse a tu historia “la depresión”, la “hiponcondria”, la “obsesión”, la “agorafobia”.
Como si tuvieras que quitarte no una, sino cinco cosas. ¿Sabes lo que tu inconsciente traduce? Mucho mucho trabajo por hacer…
Todo tiene la misma base, los mismos procesos y las mismas soluciones, y cuando avanzas en uno, avanzas en todo.
Siempre te recuerdo la influencia del lenguaje en cómo vives tu realidad, y éste es un consejo más que puedes empezar a observar.
Explora y siente qué te ayuda más contarte la hora de vivir tu realidad.
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Por tu libertad,
– Rocío Lacasa.