Cómo la fortaleza oculta de mi hermano salió a la luz

Hoy una suscriptora me muestra su desconfianza.

Encontró incoherencias en el relato de la historia de ansiedad y recuperación de Iñigo.

Me dice:

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Explicas que tu hermano siempre había sido positivo y vital y que tuvo ataque de pánico en Londres, pero después he leído cuando explicas cada método que pone que recuerda que la primera vez que tuvo ansiedad fue de pequeño y esto me ha extrañado, no me cuadra. Perdone que sea un poco desconfiada, pero da un poco de vértigo comprar cosas por internet, hay tantas cosas falsas…

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Entiendo su duda.

Una cosa es ser positivo y vital y otra es haber vivido con ansiedad.

Compatibles y comunes.

Mi respuesta:

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En cuanto a lo de mi hermano, efectivamente a la vuelta de Londres tuvo su primer ataque de pánico. La ansiedad de cuando era pequeño resulta que no fue hasta meterse en su proceso de recuperación cuando pudo darse cuenta de que había convivido desde niño con la ansiedad. Para él era lo normal sentirse así, inquieto, inseguro, metido en la mente… Cuando se recupera es cuando dice «¡lo que tenía era ansiedad, no era como debería sentirme!». Para él el mundo era peligroso, era su realidad, cosa totalmente distinta ahora.

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La ansiedad generalizada es tramposilla en ese sentido.

Puede presentarse como una forma adecuada de vivir la realidad.

No siempre genera grandes crisis ni limitaciones.

Hay muchísimas personas que conviven con la ansiedad sin ni siquiera saberlo. La normalizan. Creen que estar casi siempre alerta, detectando amenazas y anticipando todo lo que puede ir mal es su estilo de estar en el mundo.

Puede que sepan que se preocupan demasiado, pero ¿cómo no van a preocuparse si el mundo es un lugar lleno de peligros?

Puede que de tanto tensar consciente e inconscientemente, un día experimenten un ataque de pánico que revoluciona su vida.

Entonces paran, buscan respuestas y se empiezan a dar cuenta de que vivían crónicamente estresados. Que hay otra manera de pensar, actuar y sentir igual de válida y segura y mucho más relajada, placentera y fácil.

¿Sabes cuando se te destaponan los oídos de repente y es cuando te percatas de que los tenías taponados?

Pues eso les sucede a muchos de mis clientes.

«No sabía que podía generar calma corporal, ni que podía hacer las cosas sin darles tantas vueltas».

«Por primera vez me acerco a los demás con confianza, ya no me siento en menos cuando estoy con otros».

«Confío en la gente y ahora sé que antes vivía en tensión e inventando rechazos y traiciones».

Estos son algunos de los insights que comparten conmigo.

Bastante lo costó a Iñigo compartir su historia como para andar inventándonosla.

Ahora está orgulloso de mostrarse.

Sabe que mostrar su vulnerabilidad es prueba de su fortaleza.

Despertar es alucinante.

Te das cuenta de que todo era un sueño.

De que andabas perdido en el pensamiento.

Empiezas a percibir la vida como un viaje divertido, lleno de aprendizajes, regalos y milagros. El mundo como un lugar amable, a veces duro, pero justo.

Amas a los demás.

Agradeces cada nuevo día.

Fluyes con el universo.

Todo se suaviza a tu alrededor.

Encuentras la paz en tu interior.

Si quieres unirte a otras personas que pasaron lo mismo que tú y que hoy están experimentando una nueva realidad, pásate por mi sitio haciendo clic aquí.

Un abrazo,

– Rocío

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

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