Hace unos días mi primo Lucas, Doctor en Física y profesor de la Universidad de Londres, escribía un artículo curioso.
Explica con datos y algoritmos el porqué de un fenómeno auditivo.
Resulta que cuando un grupo grande de personas canta al unísono, aunque sean pésimos cantantes y desafinen como grillos, emana un resultado armónico.
Típico que vas al concierto de tu grupo preferido y cantas el estribillo cuando el cantante anima a todos a participar.
Puede que seas consciente de que no es lo tuyo, pero entre tanta gente, como que no se nota.
Pues efectivamente, no se nota.
Por la ley del tono percibido, el cántico colectivo suena coral, afinado.
No voy a entrar a explicarlo a nivel Física, porque en el segundo párrafo me he perdido con las varianzas, regresiones y ecuaciones. Si quieres, lee el artículo o lee a Eric Heller, profesor de Harvard.
El caso es que esta es una prueba más de la inteligencia colectiva.
Con el simple hecho de estar leyendo esto, estás impactando a miles de personas sin darte cuenta, sin siquiera pretenderlo. Y ellas a ti.
Estamos en la era de la conciencia.
Saliendo de la trampa.
O más bien, del truco.
Saliendo del malentendido.
Comprendiendo que el miedo es un aliado y que podemos transformar la relación con esa energía.
Experimentando una nueva reacción ante los pensamientos, que van perdiendo poder.
Siendo cada vez más conscientes de que nos contaron una mentira de que teníamos ciertas limitaciones que no podían ser superadas.
Cuando entras en esta nueva realidad, nada vuelve a ser lo mismo.
Y no importa que desafines, no importa que cueste tiempo o esfuerzo verificar lo que muchos ya han querido compartir.
Nútrete de la fuerza del grupo.
Ve más allá de tu malestar y tu bienestar individual.
Yo suelo desaconsejar los foros, porque la mayoría están descontrolados y son un vomitorio de personas en pleno trance pidiendo socorro. Hay una etapa en la que puede consolarte saber que hay personas que están pasando lo mismo que tú.
Pero llega un momento en que uno se da cuenta de que así sólo alimenta la parálisis, el bucle y el victimismo.
El tono que emana de ahí es bullicio, desorden, caos.
Encuentra personas como tú, buscadores, que ya no están dispuestos a seguir sufriendo.
Que empiezan a confiar en una serie de principios reveladores y liberadores que hacen suyos y que «cantan» con ilusión.
Juntos estaréis entonando al unísono una melodía armónica que hará más fácil y amoroso el camino.
En mis sistemas reúno a ese tipo de personas, con foros gestionados por mi. Si quieres entrar porque deseas, como ellos, vivir la vida con calma, claridad y confianza, puedes unirte pulsando aquí
Un abrazo,
– Rocío