Licencia para destrozar

POR FAVOR ten criterio a la hora de escoger a tu terapeuta.

Te voy a confesar algo que nunca he contado a nadie.

Cuando trabajé en la clínica psiquiátrica López Ibor metí la pata con una paciente.

Espero que no me estén leyendo mis jefes…

Fue hace años.

Vino una chica que se hacía cortes en los brazos. La sangre y el dolor le relajaban.

Tenía un aspecto angelical. Venía con su uniforme de colegio, lo que resultaba más impactante.

Cargaba tal angustia que sólo había encontrado esa manera tan auto-agresiva de descargarla.

La terapia iba lenta pero segura.

Ella iba comprendiendo y confiando.

Pero los padres no (de ahí venía el problema).

Nos «regañaban» por no avanzar más rápido.

¡No podía seguir perdiendo sus clases de piano, equitación y bajar el nivel académico por esa «tara»!

Un día, en lugar de ponerles límites a ellos, haciéndoles ver que esa actitud de frialdad y exigencia era la que alimentaba la angustia de su hija, me sentí presionada y le metí presión a ella.

Otro policía malo en el equipo.

Caí en el error de «regañarla» por seguir haciéndose cortes.

¡¡¡Mal!!!

Qué más quisiera ella que dejar de tener que hacerlo…

Cierto es que a veces me quería usar como un peón en su tablero de ajedrez. Es lo que había aprendido a hacer para protegerse. Por eso había que ser firme con ella.

Pero no me di cuenta de que había caído en la trampa del sistema familiar.

Más tarde lo reconocí (ella me hizo de espejo) y subsané el error.

Si hubiera seguido por ese camino, podría haberle hecho mucho daño.

Confirmando su papel en el mundo.

Y es que los terapeutas estamos manejando material sensible.

He oído tales burradas dichas por psicólogos que me da vergúenza ajena.

Hoy mismo, una mujer me contaba que tenía pensamientos de poder perder el control y tirarse por la ventana. Era consciente de que no quería hacerlo, pero temía volverse loca y precipitarse al vacío.

Típico pensamiento inofensivo (por muy alarmante que parezca) que no significa otra cosa que la persona está con un alto nivel de estrés.

Pues bien, su psicólogo lo interpretó como que estaba deprimida y entraba a convencerla de que no lo hiciera.

¡¡¡¿Cómo?!!!

Tengo amigos informáticos o podólogos sin idea de psicología que lo habrían gestionado mejor.

Lo único que consiguió el licenciado fue generarle más angustia, dándole credibilidad a la ilusión mental.

Afortunadamente, ella se dio cuenta de la incongruencia y buscó nuevas opciones.

Lo peor que puede hacer un terapeuta es crearte culpa o confusión. Hay que estar atento a esas pistas.

Cuidado: he de decir que yo como paciente he podido salir algún día enfadada o revuelta de una sesión… Hay verdades que no te apetece escuchar y puede haber un primer momento de resistencia. Pero no va por ahí la cosa.

Si tienes ansiedad, encuentra una persona especializada en ello. En mis sistemas he sintetizado el material específico para tratarla en todas sus facetas, después de haber gestionado cientos de casos con éxito. Puedo equivocarme, soy humana, pero reducimos el riesgo al mínimo habiendo analizado a fondo lo que funciona, y lo que NO FUNCIONA.

Haz clic aquí si quieres conocer más.

Cualquier duda que tengas, aquí me tienes.

Un abrazo,

– Rocío

Consejos para transformar tu ansiedad basados en la experiencia

    100% Privado. Cero Spam.
    Sólo nuestro mejor conocimiento.
    © ∞ • Creado a mano por los hermanos Lacasa y su equipo de Navegantes N.E.O.
    CALMA – CLARIDAD – CONFIANZA