Me hace gracia cómo matan a algunos personajes en las series.
El actor real encuentra otro trabajo y en la serie no se les ocurre otra cosa que aniquilarlo.
Un accidente, una enfermedad rapidita o un «me quito de en medio».
En el mejor de los casos le destinan a trabajar a otro país o le divorcian y sacan de escena.
Aprovechan, crean trama y dejan espacio para nuevos personajes.
En cine lo llaman «out of the blue».
Sacárselo de la manga.
También sucede con giros inesperados de guión, en los que el misterio se resuelve así como de la nada. Al Director le resulta conveniente y fuerza un poco la credibilidad o coherencia de la cinta.
Bien, pues lo mismo hacemos con la ansiedad.
Uno se siente mal, un malestar que dura días y semanas.
Y necesita una explicación racional para lo que le sucede.
Necesita controlar, o sentir que controla. Busca razones que concuerden con la historia y el síntoma.
Hace un esquema de A, B, C que dé sentido a todo.
Eso está bien. De ahí saldrán soluciones y nuevas comprensiones.
Pero a veces forzamos el guión.
Tratar de encajar piezas que no encajan sólo lo mantiene a uno cegado, empeñado en que adopten formas que no tienen.
Buscando donde no es.
No siempre hay una explicación racional para cada momento alto de ansiedad o bajo de ánimo.
Una bajada de azúcar, un padre rígido, un mal descanso, un pensamiento, un miedo inconsciente, un ascendente astral, un deficit químico, una madre fría, un cambio de estación, una energía tóxica…
Puede ser todo o nada.
10 años de psicoanálisis no demuestran ser más eficaces que tres meses de yoga o hípica.
Comprender (entendimiento profundo) deja margen al no saber.
Comprender es saber y no saber.
Cuántas veces he recibido a personas que llegaban con teorías elaboradas de sus conflictos. En muchos casos hemos ido desmontándolas para dejar de alimentar su papel de víctima indefensa. O de persona poco válida , con poca suerte o demasiado fuerte.
Si prefieres centrarte en lo que necesitas saber para qué y cómo hacer, pásate por aquí.
Saludos,
– Rocío