Nunca pensé que el aguacate me estuviera matando.
Si me sigues puede que leyeras que tenía eccemas en las manos. Pasaron a más zonas y con más frecuencia.
Llevo más de un año yendo a dermatólogos.
«Ah sí, debe de ser que limpias mucho y tal. Ponte guantes y esto».
Corticoides.
Por lo menos cada dermatólogo me recetaba una marca, así sentía que no estaba perdiendo tanto el tiempo.
Hasta que por fin fui al alergólogo. Por iniciativa propia, no porque ningún médico me lo aconsejara. La especialista en alergología me mandó, por si sonaba la flauta, una prueba para detectar el déficit de la enzima DAO. No cuadraban todos los síntomas, pero quién sabe, vamos a descartar.
La flauta sonó.
(Gracias Dra. Yago)
Mi cuerpo estaba avisando a través de la piel de que no tengo suficiente enzima DAO y por lo tanto, alta intolerancia a la histamina (una molécula presente en los alimentos).
A partir de ahora, dieta baja en histamina, medicación y con eso esperamos que los síntomas desaparezcan.
Porque el eccema era el síntoma, no el diagnóstico.
Lo mismo pasa con los médicos y tu ansiedad.
La ansiedad es el síntoma, no el diagnóstico.
Si vas repetidamente al psiquiatra y te receta ansiolíticos y antidepresivos, sólo tapas.
Y así, no tiene fin. Van a la superficie pero no llegan a lo que lo provoca.
Yo que creía que llevaba una dieta óptima, y ahora resulta que tengo que eliminar alimentos supuestamente ideales como el tomate, las espinacas y el aguacate.
Pero hala, venga a darme pomaditas.
No les culpo. Creo que algunos médicos pierden la visión sistémica y se centran sólo en su dominio. Por ellos habría estado 47 años con corticoides.
En mis sistemas la visión sistémica es básica, desde distintos enfoques. No puedo hablarte de los pensamientos preocupantes sin que entiendas tu sistema nervioso, ni de las técnicas de control mental sin que domines las de calma corporal. Te lo explico todo dentro.
Un saludo,
Rocío Lacasa