Mi amiga Inés nos descubrió el pastel.
Estuvo trabajando en una conocida revista española y su labor era escribir el horóscopo.
Y no, no es astróloga, eran unas prácticas de Empresariales y Marketing.
Así que se sentaba y se decía:
«A ver, Acuario… vas a recibir una importante noticia que cambiará el rumbo de tus planes…
Virgo, el amor llama a tu puerta, dale la bienvenida sin sospechas…
Sagitario, cuidado con las malas influencias, Saturno trae problemas».
Lo peor de todo es que llega un Acuario, lo lee y exclama «¡Increíble, me ha clavado!»
Esto parte de nuestra necesidad de:
– encajar la información para explicar lo inexplicable,
– controlar lo incontrolable,
– querer anticipar el futuro.
Todos estos vicios mentales nos alejan de la realidad.
Y alejarnos de la realidad nos acerca a la ansiedad.
No pasa nada por creer en el horóscopo. El problema es cuando generamos mecanismos de defensa para evitar el estrés.
¿Sabes que los síntomas de ansiedad surgen más por la estrategia para evitar la ansiedad, que por la causa real que activó el sistema de alerta?
¿Un poco lío?
Sin darnos cuenta nos complicamos la existencia.
En mis sistemas te cuento cómo las PsicoInversiones despejan la niebla que creó tu mente asustada para protegerse. Sí, esa niebla es un mecanismo de protección, pero mal enfocado.
Tu mente ansiosa genera una reacción automática, y es precisamente hacer lo opuesto lo que te saca de ahí.
Es como cuando te dan un dibujo que no puedes descifrar por mucho que lo miras, y de repente te das cuenta de que está del revés. Le das la vuelta y todo cobra sentido.
¡Ahá!
Saludos,
– Rocío Lacasa