Si meditas sin entender cómo funciona la mente, puede ser contraproducente.
Te cuento por qué.
Una rueda no es un coche.
Una rueda suelta no te lleva de viaje.
Para que el coche cumpla su función y surja la conducción, tiene que haber una serie de piezas que funcionen. Se relacionan entre ellas y así te llevan a tu destino.
Una respiración suelta no funciona.
Ser compasivo con uno mismo no funciona.
Controlar un pensamiento negativo no funciona.
Comprender tus traumas de la infancia no funciona.
Hacer ejercicio no funciona.
Entender la ansiedad no funciona.
Meditar no funciona.
Tener autoestima no funciona.
Ser disciplinado no funciona.
Ser autoindulgente no funciona.
Relajarse no funciona.
Por eso, puede que hayas intentado alguna de estas y los resultados hayan sido mediocres.
Para que la calma emerja tienen que ponerse en marcha varias piezas que interactúen entre sí.
Si no, no funciona.
O funciona por momentos, de forma superficial y engañosa.
La recuperación es un sistema y ha de ser contemplada como tal.
Si fuiste capaz de crear ansiedad, igualmente tuviste que poner varias piezas en marcha.
Y que fueras capaz de generar ansiedad significa que eres capaz de crear calma.
En realidad es tu estado natural y, aunque ahora te parezca mentira, más fácil para tu organismo.
¿Quieres conocer todas las piezas y cómo se activan y retroalimentan unas a otras? Pásate por mis métodos pulsando aquí
Un abrazo,
– Rocío