Caso extremo el de esta mujer.
Pero si conoces la agorafobia, vas a entender por qué se encerró en un convento de clausura.
Una de las claves para curar la ansiedad es enseñar a tu cerebro a dejar de intentar protegerte cuando no lo necesitas. La ansiedad es un mecanismo que creas de forma inconsciente para mantenerte seguro. El problema es que tu cerebro se estaba confundiendo en diferenciar “peligro” de “seguridad”.
Si tuviste un ataque de pánico, tu cerebro creyó que tenía que esforzarse en quedarte lejos de esa situación. Te va aconsejando que no tomes demasiados riesgos.
“Fuera de casa podrías morir”.
“Mejor ve con alguien, no vayas a desmayarte”.
“Buf, un concierto, me estoy agobiando de sólo pensarlo”…
Ahí es cuando puede empezar a crearse en tu mente una “zona segura” de la que te da miedo salir.
Muchos de mis clientes desarrollaron Agorafobia. La mayoría creía que la agorafobia era miedo a los espacios abiertos o a las multitudes, y en realidad, el mayor miedo que tiene la persona es… a tener miedo.
Tiene ansiedad ante la idea de tener ansiedad.
No se siente capaz de vivirla.
Es el clásico miedo al MIEDO.
Lo pasas tan mal ante la idea de salir de tu “zona segura” que te encierras cada vez más. Hay personas que llevan años sin salir.
Hace poco me escribió una suscriptora:
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“Hola Rocío, ayer leí la historia de una mujer que se metió a monja porque tenía agorafobia. ¡Y, puf, lo entendí!
Vivir en un convento era para ella un alivio, porque no tenía que enfrentarse a diario a todos sus miedos. Qué mejor excusa para no tener que salir…
Pensé, “y si yo consigo ser feliz así? Encerrada sin presiones…»
Llevo semanas prácticamente sin salir de casa, angustiada y deprimida. No puedo soportar el miedo de ir a la calle. Leí tus artículos y me siento muy identificada, pero no tengo ataques de pánico, ¿crees que tu método puede ayudarme?
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Ese pensamiento no me sorprende. Cuando vives instalada en el miedo, tu cerebro busca soluciones para escapar del dolor. Algunas de ellas son extremas. En este caso, su mente asocia el vivir encerrada de por vida (y sin vocación) a estar a salvo.
Eso no es más que una ilusión.
Tu cerebro siempre quiere ayudarte aunque todavía no conoce las soluciones reales y efectivas que te llevan a sentir control fuera de casa. Lo bueno es que puedes enseñarle, y eso te irá guiando hacia el camino de recuperación más adecuado para ti.
En Pánico Perdido doy como bonus el ebook AgoraCalma.
El pánico y la agorafobia son y se alimentan de lo mismo: de la ansiedad. Del miedo a tener ansiedad.
Tanto si te han diagnosticado Agorafobia como si estás empezando a evitar demasiadas cosas últimamente, este capítulo es muy importante para ti.
Vas a descubrir cómo el miedo se puede ir apoderando de tu voluntad y de tu vida y cómo puedes lograr retomar el control. Cuanto antes comprendas esto y antes te pongas en marcha, antes serás libre de nuevo.
Ya hemos ayudado a miles de personas a recuperar su libertad.
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