Me pregunta un cliente:
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«Buenos días Rocío,
Quería consultarte una cosa por favor. Con respecto a los pensamientos negativos por ejemplo tú dices en Pánico Perdido que hay que dejarlos estar que no hay que luchar contra ellos.
Sin embargo el otro día vi la entrevista que pusiste con Rafael Santandreu y he visto varios vídeos más de él y dice que los pensamientos es lo más importante para estar bien, cosa que también piensa mucha gente, y que hay que cuidar la calidad de los pensamientos para que sean positivos, obligándose incluso a que sean positivos.
¿Estas dos cosas son opuestas no?
Muchas gracias y un saludo.»
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Magnífica pregunta.
No son opuestas, sino complementarias.
Si pudiéramos elegir nuestros pensamientos así como elegimos qué camisa ponernos sería una maravilla, ¿no?
Yo escogería pensamientos de triunfo, confianza, plenitud. Súper súper positivos. Bueno algún día, un rato querría que vinieran unos más normalitos para tampoco agotarme.
Si fuera tan fácil, ya lo estarías haciendo, sin necesidad de consultarme.
Cuando estás con ansiedad, sus mecanismos generan una serie de puntos ciegos que te dificultan cambiar el foco mental.
¿Y si la ansiedad es intensa, o estás en pánico?
En esos momentos, el cerebro racional echa la persiana y ya le puedes contar lo que quieras, obligarte a pensar en positivo, que lo único que puedes hacer es dejar estar.
Otra cosa es hacerlo en momentos de calma y que se vaya cambiando la tendencia.
Hay una cosa indiscutible:
Antes de tratar de transformar los pensamientos (de «negativo» a «positivo») hay que cambiar la relación que tenemos con ellos.
Si no, lo que suele pasar, es que cuanto más intentas luchar porque se vayan, más fuerza les das.
O lo haces un poco forzado, y no te los crees ni tú.
Como cuando te dicen «no pasa nada, todo tiene solución» y te dices «ya ya………si ya lo sé….»
Para cambiar un pensamiento (y que sea creíble para tu mente y cuerpo) tienes que inevitablemente pasar por un proceso de dejar estar.
Es un click.
A partir de ahí, tienes libertad de movimiento para cuidarlos y guiarlos.
Oye, te cuento más en https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Un abrazo,
– Rocío