Estamos atiborrados, saturados, empachados de información, útil e inútil.
Nuestro sistema operativo todavía no está preparado para asimilar tal carga y se bloquea.
Mil y un cursos, blogs, libros, vídeos… sobre salud mental y desarrollo personal.
En su día Íñigo tuvo la sensación de que le faltaba muuucho por aprender. Que siempre habría una nueva teoría que encajara más con su caso. Que esta o aquella senda espiritual es la que le haría sentir paz verdadera.
Como si tuviera que aprender demasiados conceptos, técnicas y métodos para eliminar su ansiedad.
A mi también me pasaba. Era adicta a los cursos y conferencias. Y cuanto más sabía, menos sentía que sabía.
Nos dimos cuenta de que hay ser un poco más «gourmet».
Dejar de picotear aquí y allá y escoger, parar, saborear, profundizar. Pasar de la comida rápida y disfrutar de los auténticos manjares.
El impulso de querer saber más y tener actitud de aprendiz es sanísimo, pero para evolucionar no hace falta acumular.
Selecciona de entre lo bueno lo mejor, y céntrate en ello.
Al final, muchas de las corrientes psicológicas y escuelas parten de lo mismo y llegan a las mismas verdades universales.
No hay nada nuevo bajo el sol.
Lo que yo te ofrezco de novedoso, más allá de la teoría, es cómo integrarlo en tu recuperación. Comparto contigo todos los errores, aciertos, trucos y atajos que vivió mi hermano.
Mi método es una síntesis de la que considero la información más esclarecedora de la Historia de la Humanidad -en relación a cómo vivir con mayor calma, claridad y confianza-.
En tu mano está saber aprovecharla (yo te explico paso a paso cómo hacerlo, sólo tienes que poner la intención).
Así que te animo a que dejes de buscar y encuentres.
Mi amigo Ramiro Calle se define como un «buscador», pero él por ejemplo, es un yogui. Se ha comprometido con ese camino, y lo transita a diario.
Ten como él, y como nosotros, curiosidad constante, pero apuesta por algo.
Si con el tiempo sientes que no es tu vía, muévete, pero no saltes de una a otra como una rana loca.
Desconecta de esa conciencia de carencia y ten por seguro que YA tienes, dentro de ti, TODO lo que necesitas.
Sólo tienes que pararte y percibirlo (observarlo, sentirlo, escucharlo). Acercarte cada vez más a quién eres. Conectar con tu esencia, ahora mismo cubierta por un velo de confusión que te impide acceder a tu paz innata.
Recuerda que tu misión no es aprender más y más, sino desaprender lo que creías que sabías.
Y sigo recorriéndolo contigo en https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Por tu libertad,
– Rocío Lacasa.