Se habla mucho del estar en el aquí y ahora.
Pero en múltiples ocasiones no se acaba de comprender su significado e importancia.
¿Quieres sentir confianza?
Necesitas estar en el aquí y ahora.
¿Cómo?
Conectando con tu cuerpo.
Estando en tu cuerpo.
La cabeza es desconfiada de por sí. Está diseñada para anticipar, lo hace por defecto.
La confianza se arraiga en el cuerpo. En el aquí y ahora.
¿Qué pasará dentro de 10 minutos? No lo sé. Sé cómo me siento ahora.
De ahí mi insistencia en que entrenes tu inteligencia corporal. También la emocional, que aparece cuando sensaciones y pensamientos se unen.
Para ahora unos segundos y habita tu templo. Respira.
Cuando la ansiedad ha estado presente, el cuerpo parece que se convirtió en una cárcel. En un recipiente de síntomas molestos y dolorosos. Cuando lo que tiene que ser es tu guarida.
Ayer hablaba con una cliente. Llevaba tiempo fuera de casa, viajando de un lado a otro, y rescatamos la importancia de que tuviera su espacio, su cuarto, su guarida. Es una necesidad ancestral, animal.
Ella me decía que tenía miedo de estar convirtiendo su nueva casa en su zona de confort. Se sentía culpable por pasar tiempo ahí, tranquila y relajada. Como si así estuviera alimentando la ansiedad. Fíjate tú la confusión. Ya no se permitía estar tranquila ni estando tranquila.
Eso es típico, miedo o rechazo a estar bien, tranquilo, con comodidad, por si estoy cayendo en una evitación o autoengaño.
Estamos saturados del concepto de «salir de la zona de confort», pero no se trata de salir.
Se trata de ampliarla.
Poder estar con comodidad y confianza en cualquier lugar, porque de inicio confías en ti.
No pasa nada por que tengas tu zona de confort. Al contrario. El primer espacio para cultivarla es tu cuerpo. Y de ahí lo que nos interesa es ir ampliándola: a tu cuarto, tu casa, tu entorno…
Dime una cosa, ¿cómo sientes la confianza?
Recuerda un momento en el que sintieras esa calma profunda, esa sensación de estar arraigado a la tierra, en equilibrio, emocionalmente a gusto.
Siéntela.
Te cuento cómo entrenar la confianza profunda en mi método pulsando aquí
Un abrazo,
– Rocío