No te creas la muerte (es otra cosa)

Hablemos del miedo a la «muerte».

Cuando trabajé a nivel psicológico con enfermos de cáncer, vi personas que estaban verdaderamente a punto de fallecer, y aún así, muchas sentían una paz total. Mi hermano era uno de mis voluntarios con pacientes en regimen paliativo, e incluso presenció los momentos antes de la muerte de Raquel, una señora espléndida que adorábamos.

Pero eso no le removió, ni le dio miedo, porque él sabía una verdad:

No es «la muerte» lo que temes.

Es un mero pensamiento.

Que produce un sentimiento.

Ya sea una imagen mental de ti, en una cama de hospital, habiendo muerto, con tus seres queridos llorando de rodillas.

Ya sea imaginar tu funeral en alta definición, seguido de una una voz mental diciendo «todo el mundo le quería».

Ya sea una imagen mental de alguien asesinándote por la calle.

El caso es que no es «la muerte» en sí lo que temes, sino una imagen o un sonido mental que despierta una sensación en tu cuerpo.

Si no estás muriendo ahora mismo, pero estás sintiendo miedo, te has creído el pensamiento, y no te has dado cuenta de que era un mero pensamiento.

Hoy en día, rara vez estamos en verdadero peligro. No encontramos leones y tigres sanguinarios por las calles. Tampoco hay terremotos y huracanes diarios.

Hablando de terremotos, en Septiembre mi hermano vivió en su propia piel el de México. Estaba con su novia en la cama cuando su amigo Ademir le despertó gritando:

«¡¡¡Iñi, se está moviendo!!!».

Mi hermano, mareado, se despertó confundido, sin saber qué pasaba. Fue corriendo a la cocina y empezó a escuchar los vecinos gritando y llorando. Despertó corriendo a su novia y bajo medio desnudo a la calle, sin tiempo para vestirse, sólo con un pantalon corto, descalzo.

Estaba todo el mundo en la calle, en pijama, mirando sus teléfonos, esperando a ver qué pasaba.

¿Sintió miedo?

Sí, le temblaron las piernas.

Sí, se aceleró su corazón.

Pero esas sensaciones duraron un instante, de forma sutil, porque podía estar metido en un peligro REAL. Pero más que temor, sintió pura concentración y calma. Totalmente preparado para tomar la acción necesaria. Ya fuera correr. Pararse. Saltar. Escuchar. Mirar.

Los humanos estamos equipados con una sabiduría interior que solemos olvidar, debido a la cultura en que vivimos.

Hasta que la vida nos la muestra de golpe.

En situaciones de auténtica alerta, vemos como las personas que creíamos que eran cobardes o temerosas, sacan un coraje y una relajación que nos dejan boquiabiertos.

Porque no es lo de «ahí fuera» lo que temes.

Es un pensamiento, una imagen, un sonido, en tu mente.

El hecho de sentir miedo, cuando no hay peligro, ¡significa que estás a salvo!

Usa esa sensación como un aviso:

FALSA ALARMA.

Aunque la sientas incómoda, recuerda:

Cuando estás viendo una película, y aparece el malo en escena, no llamas a la policía ni sales corriendo de casa. ¿Qué haces? Te dejas impactar por la película, dejas pasar la escena y no le das mayor importancia.

Haz lo mismo con los pensamientos «negativos».

No lo analices.

Simplemente date cuenta del Malentendido Mental Temporal.

Sólo es una ilusión momentánea.

Una imagen pasajera.

Un sonido sin forma.

Permite que pase.

No le des mayor importancia.

Y sigue con tu vida.

Siguiente escena.

Esto es una de las comprensiones más radicales que hemos vivido mi hermano y yo a nivel psicológico. La buena noticia es que puedes profundizarla e integrarla en tu vida, con la guía adecuada. Aunque sólo VER la enseñanza detrás del email de hoy, te puede cambiar la vida. Sin tener que hacer nada más. Sin tener que comprar nada.

Aunque, si te interesa este nuevo paradigma psicológico, te animo a que te unas a mi nuevo método actualizado: https://hermanoslacasa.com/sistemas/

No te creas tanto los pensamientos.

Estás a salvo, fue un simple despiste.

Te mando un abrazo

Rocío