Volverse loco tiene su complicación.
No es coser y cantar.
Puedes ahora mismo sentarte y desear con todas tus fuerzas volverte loco que no va a pasar.
Puedes hacer lo mismo deseando a tope ser diabético. Verás como tampoco te funciona.
No es tan fácil, no se vuelve loco quien quiere.
El que duda de si está enloqueciendo -o puede enloquecer- tiene menos papeletas para que le suceda que el que no duda de su cordura.
Con esto no quiero decir que te anime a dudar y a desconfiar de tu mente, sino que los que pierden el sentido de la realidad, no dudan de ello.
Casi cada día alguien me pregunta si va a volverse loco.
Es un síntoma clásico de los trastornos de ansiedad.
Miedo a tirarse por la ventana, a hacer daño a alguien o a decir cosas raras… pero sabiendo en el fondo que no quieres hacerlo (y que no vas a hacerlo).
Dudas pero no dudas. Pero sí dudas.
Pero no. Pero sí. Pero no. Pero sí.
Qué pesada es la duda.
Pero tiene su punto de protección. Sólo hay que mantenerla a raya e ir compensando la balanza con la confianza.
Las crisis de pánico generan sensaciones de mucho descontrol.
Lo vives como un tsunami.
«¿QUÉ-HA-PA-SA-DO?»
Sientes que por unos momentos tu cuerpo y tu mente iban por libre, sin que pudieras hacer nada por dominarlos.
Lo malo es que esa sensación se prolonga.
La resaca del pánico es una resaca en toda regla.
Aparecen percepciones de irrealidad… como que no eres tú… o las cosas son extrañas…
Nada, que no, que no te creas que ya puedes conseguirlo, que no es tan fácil estar loco.
Hay quien me habla de que tiene premoniciones, intuiciones…
La ansiedad crea una particular relación con la intuición que nubla tu capacidad de confiar en ti. Por eso creé la la Psicología Inversa Contraintuitiva, base de mis sistemas
Cuando lo empiezas a filtrar desde este nuevo prisma, todo se aclara.
No bromeo con estas cosas, y sabes que por supuesto lo primerísimo es tener opinión PROFESIONAL.
No me vale el cuñado, la vecina que le pasó lo mismo, el profesor de yoga o el foro de internet.
Un abrazo,
Rocío Lacasa