En un reportaje que me recomendó Javi, un seguidor en Facebook, saqué mucha chicha psicológica.
Hoy te cuento una de las anécdotas.
Íngrid Betancourt, política colombiana secuestrada por las FARC durante 6 años y 4 meses, nos revela uno de sus secretos para mantener la salud mental durante el cautiverio.
Íngrid se dio cuenta de que escuchar por radio los partidos de Rafa Nadal le hacía sentir paz. Se sentía conectada con el mundo.
Tenía la ilusión de tener una ilusión.
Seguía cada competición y celebraba cada victoria.
Cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias fue emocionante saber que Rafa también lo recibiría y que estarían juntos en la ceremonia.
Simbólicamente cerró un círculo.
Salvando las distancias, tener un trastorno de ansiedad se puede vivir como un secuestro.
Hay momentos en que las reacciones emocionales toman el control y se actúa como un potro desbocado.
O momentos en que el cuerpo dice «de aquí no me muevo» o «ahí no entro» y no hay nada que hacer.
Es como si uno tuviera que fugarse.
Pero no.
A ver, me estoy yendo por las ramas, otro día hablamos de cómo recuperar la percepción de libertad.
Volviendo a la ilusión, en todo proceso doloroso, en el que cultivas la aceptación, conviene encontrar oasis de paz.
Bebes, te refrescas, te sientas y tu cuerpo y cabeza descansan.
Ya sea ver una serie (gracias Netflix y HBO), aprender cocina, plantar patatas, coleccionar búhos o ayudar a los demás.
Fuentes de satisfacción que parecen externas pero que se cuecen en tu interior. Tú las dotas de magia.
¿Cuál es tu ilusión?
Un abrazo,
– Rocío Lacasa
PD: Te acompaño a comprender y a transformar aquí, haz clic. El reportaje es Informe Robinson de Rafael Nadal.