Me hace mucha gracia cuando otros profesionales y yo compartimos videos en YouTube y la gente comenta cosas irrelevantes.
Invito a magníficos y generosos médicos y terapeutas que nos transmiten información de primera.
Y algunos se dedican a comentar su peinado, su acento, su camisa, su nariz o el cuadro que hay detrás.
Una pena que dirijan ahí su atención y que de un regalo critiquen el envoltorio.
Bueno, una pena para ellos, a mi me da igual. Es sólo una observación.
Cuando son agresivos o irrespetuosos, los borro, eso desde luego.
Si estas personas tienen ese patrón en sus vidas, seguro que están dejando pasar muchas oportunidades de aprender y evolucionar.
Si eres estilista de moda, entiendo que te fijes en los peinados de tu psicólogo. Si no, no es muy útil que digamos.
El otro día una cliente me contaba que se sentía confusa. Su profesora de Mindfulness le había explicado que los pensamientos no había que cambiarlos, sólo verlos pasar.
Yo creo que ese es un primer paso. Observar, escuchar y notar lo que estamos pensando.
Y recordar que es sólo una versión de la realidad. Habiendo tantas otras.
Recordar que estamos pensando.
Después de eso, sí puedes cambiar el foco y redirigir tu atención.
Porque a lo que diriges tu atención, incrementa en tu experiencia.
¿Qué sí me va bien en mi vida?
¿Qué agradezco?
¿Por qué soy afortunado?
No se trata de huir de lo negativo, ni rechazar los problemas, ni minimizar los daños.
Sí de relativizar, desdramatizar y priorizar.
Enfoca tu atención, protege tu dirección.
Un abrazo,
– Rocío
PD: Miles de personas me agradecen haberles acompañado en su proceso de recuperación. Y yo me alegro, porque ese gesto les ayuda sobretodo a ellos. Si quieres crear la vida de calma, claridad y confianza que deseas, te invito a que pulses aquí