Hay personas con ansiedad y pánico que vivieron un trauma.
Una pérdida, un accidente, un abuso…
Otros no vivieron «el gran trauma», pero sí muchas experiencias emocionales intensas repetidas (micro-traumas).
¿Qué determina el impacto de una experiencia en tu psique?
No es su gravedad o intensidad, sino cuándo aparece.
Si te coge con el vaso casi lleno, no necesitas mucho para desbordarte.
Un portazo puede ser suficiente.
Por ejemplo, muchos de mis clientes con fobia a volar, solían llegar al vuelo con el vaso a tope. Sólo necesitaban una turbulencia o un pensamiento creativo para activar el circuito del pánico.
Lo que sucede entonces es que se graban una serie de creencias, a nivel profundo.
Hay una impronta y es como si se creara un nuevo código interno, unas nuevas reglas (ansiosas) a seguir.
Se graba un «no vales», un «no puedes», un «cuidado porque el mundo es muy amenazante» o «no confíes en nadie, ni en ti mismo». De tan inconscientes, puede que te sea difícil detectarlas.
Son creencias que se piensan y se sienten, en el cuerpo.
Sobretodo se sienten.
Es decir, tu cerebro lógico puede convencerte de que sí que vales (tienes X hechos objetivos), de que sí que puedes («cualquiera puede»).
Pero el cuerpo no perdona y va a su rollo. Con su código tatuado a fuego. Creando angustias más complicadas de manejar en el plano intelectual.
La persona puede quedarse ahí estancada.
Como si no hubiera paz en el horizonte.
Como si la huella fuera imborrable.
Aunque alguna vez hayas podido sentirte así, puedes confiar.
Siempre hay solución.
Por mucho que hayas sufrido.
Por muy fuertes que fueran tus vivencias.
Si tú eres capaz de crear un trauma, tú eres capaz de eliminarlo. Así funciona la mente.
Si tú eres capaz de crear estrés, tú eres capaz de eliminarlo y transformarlo en calma.
No digo que sea de un día para otro.
Ni que sea fácil como reprogramar un ordenador.
Y siempre, si pides apoyo, que sea de un profesional, formado y acreditado.
Estamos manipulando material sensible.
En mis métodos te acompaño y guío en este plan de reprogramación.
Hay paz para todos.
Un saludo,
Rocío Lacasa