Ayer hablábamos de relajarnos.
Pero vamos a ser realistas.
No a todo el mundo le apasionan las vacaciones.
A muchas personas les estresan.
Prefieren estar en casa, con sus cosas, sus horarios, sus rutinas…
Yo amo la rutina, qué vamos a hacerle.
Me da paz, me da placer.
Son tipos de personalidad.
Están los que necesitan estimulación física continua (yo la necesito intelectual), los que les mueve viajar o conocer gente nueva cada día y los que buscan trabajos que exijan cambio continuo.
La cuestión es buscar lo que te estimula y lo que te relaja.
No tiene por qué ser estar en la playa.
Puede ser ordenar tu armario.
Bastante tenemos con lo que tenemos para que nos exijan disfrutar cuando se supone que hay que disfrutar.
No te dejes llevar por el «se supone que».
Te mando tanto cariño!
– Rocío
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