Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo.
– Meditaciones del Quijote, José Ortega y Gasset
El otro día un cliente me decía que se sentía mal porque siempre acabábamos hablando de su padre.
«El 95% de los clientes me hablan de su padre, su madre, su pareja o su jefe», le respondía.
Somos seres en relación.
Si fuera el año 20 a. de C. y tuviera mi consulta en una choza, o en el 2075 en un apartamento en Marte, estaríamos hablando de lo mismo.
Espero que en el 2075 estemos ya de lleno en el nuevo paradigma, con más claridad y conciencia.
Muchas veces cuando llega un cliente contándome su historia, la ansiedad parece la protagonista.
Que si me dio un ataque de pánico, que si no me deja trabajar con efectividad, que si no me deja ir al cine o al supermercado.
Que si palpitaciones, que si mareos, que si pensamientos oscuros de que nunca me recuperaré.
Eso es sólo el envoltorio.
El trailer de la película.
Debajo suele haber un conflicto de relación.
Lo curioso es que frecuentemente el que viene a consulta o practica mis sistemas, es el más sano de esa relación…
La de veces que pienso o digo «en realidad al que le convendría venir es a él o ella, más que a ti».
Tú ya has despertado.
Y es cuestión de tiempo que encuentres tu verdad.
Puede que estés harto/a de escuchar que la ansiedad es una mensajera.
Pero hijo mío, es lo que hay.
Hasta que no mires de frente por qué apareció, seguirá tratando de hablarte.
Cuanto menos escuches, más gritará.
Alguien puede pensar, «vamos a ver, yo tengo miedo al avión, y punto ¿qué tiene que ver eso con mis relaciones personales?»
Normalmente cuando hay un miedo de ese tipo, suele haber otros, que quizás no limiten tanto, pero que están ahí.
De todas formas, el que tenga sólo un miedo muy específico, que no le suponga demasiado estrés, no creo que me esté leyendo.
Si estás aquí es porque sabes que puedes vivir de otra manera, más libre, más segura, más calmada y confiada.
Y eso pasa por darle un repaso a tus relaciones, a tu contexto. A tu mundo.
No se trata de culpar a otros. Se trata de explorar qué influencia tuvieron sobre ti.
Influencia siempre hay, la cuestión es cuánta y cuál.
Y esa es tu decisión.
Los otros no quieren cambiar, o no quieren que cambies. Contamos con eso y seguimos adelante.
Algunos te apoyarán, otros cambiarán contigo, pero otros se resistirán.
No problem.
No necesitas que todos te entiendan.
Céntrate en ti y en tu recuperación y el universo se encargará de poner todo en su sitio.
Ten claras tus prioridades y eso te traerá personas correspondientes a tu evolución.
Un abrazo.
– Rocío
PD: En mis sistemas te cuento cómo bloquear la influencia negativa y aprovechar la influencia positiva de otros , clic aquí si quieres conocer más